Tegucigalpa – El ex presidente Manuel «Mel» Zelaya, tras participar en las exequias del padre Fausto Milla en Corquín, Copán, hizo un llamado apasionado a la militancia de su partido Libre, instándolos a sacrificarse aún más y, de manera provocativa, expresó la necesidad de «ir a morir por el pueblo».
Zelaya, quien ahora se desempeña como asesor y esposo de la presidenta Xiomara Castro, representó a la mandataria en la ceremonia religiosa y el sepelio del padre Milla, reconocido luchador por los derechos humanos.
El ex mandatario recordó su papel como fundador del proceso de cambio que inició en 2005 cuando ganó las elecciones presidenciales. Al asumir el cargo en enero de 2006, destacó que su gobierno se encaminó hacia la izquierda, alejándose del capitalismo en favor de un «socialismo democrático».
Instó a la militancia a estar dispuesta al sacrificio por esta causa, argumentando que es necesario para defender las acciones profundas que, según él, el pueblo hondureño necesita visualizar.
Zelaya enfatizó que los pobres son los más afectados y citó las bienaventuranzas bíblicas para respaldar su posición, diciendo: «Bienaventurados los que hoy sufren y claman por justicia, ellos estarán al lado del creador del universo».
En cuanto al Bloque de Oposición Ciudadana (BOC), Zelaya lo describió como una organización que carece de ciudadanos ejemplares y que no representa una verdadera oposición, ya que, según él, está ligada a los poderes establecidos.
Calificó a sus integrantes como pertenecientes a sectores conservadores y poderes fácticos, responsabilizándolos del endeudamiento, empobrecimiento y corrupción en Honduras.