Tegucigalpa. – Más de 24 mil menores migrantes en tránsito hacia Estados Unidos cruzaron Honduras en el primer semestre de 2023, lo que supone un 181 por ciento más en comparación con los ocho mil 555 que ingresaron en el mismo periodo de 2022.
Entre enero y junio, entraron a Honduras unos 24 mil 30 menores irregulares, de los cuales 14 mil 127 son niños y nueve mil 903 niñas, según un informe del Instituto Nacional de Migración (INM).
El 39.1 por ciento (nueve mil 410) menores migrantes del total que ingresaron al país eran venezolanos, la nacionalidad que predomina en la ola migratoria hacia Estados Unidos.
La segunda nacionalidad de menores que más entró a Honduras son ecuatorianos con cinco mil 147, seguido de los cubanos (mil 481), brasileños (mil 82) y chilenos (mil 36), añadió.
Del total de niños interceptados en Honduras, el 39.6 por ciento o nueve mil 527 tenían entre 0 y 10 años y 14 mil 503 (60.4 por ciento) son mayores de 11 años, detalló el INM.
La institución indicó además que el 62.3 por ciento (14 mil 979) de los menores ingresaron a Honduras por el municipio de Trojes y un 27.1 por ciento (seis mil 507) por el de Danlí, ambos en el departamento de El Paraíso, fronterizo con Nicaragua.
En todo 2022 Honduras interceptó alrededor de 37 mil 469 menores migrantes, en su mayoría de Cuba y Venezuela, según las estadísticas oficiales.
En los últimos años el país centroamericano se ha convertido en un punto de tránsito de migrantes, muchos de ellos niños e incluso bebés, que atraviesan Centroamérica para llegar a Estados Unidos.
El Congreso de Honduras aprobó en junio una ampliación, hasta el 1 de enero de 2024, de la amnistía sobre el pago de una multa administrativa, por más de 200 dólares, a los migrantes en situación de movilidad que ingresan de forma irregular al país.
La amnistía migratoria, que se aprobó originalmente en abril de 2022 y entró en vigor en agosto de ese mismo año, suspende el pago de una sanción administrativa por 236 dólares por ingresar de manera irregular al país.
Muchos de los migrantes que transitan por Honduras lo hacen por «puntos ciegos» a través de traficantes de personas, conocidos como «coyotes», quienes no siempre los llevan hasta la frontera con Guatemala, de acuerdo a autoridades y organismos de derechos humanos.
Según la organización Médicos sin Fronteras (MSF), la mayoría de los migrantes en movilidad llegan a Honduras “con múltiples necesidades médicas y humanitarias”.
Los migrantes, según sus relatos, son víctimas de asaltos, violaciones, secuestros y otras situaciones de riesgo durante su viaje, de acuerdo a MSF.
