La película dirigida por James Wan fue una decepción en taquilla y ahora busca una segunda oportunidad en streaming.
Por Infobae
Max, anteriormente conocido como HBO Max, realiza exitosamente su renovación de marca y junto a esta noticia, incluyó en su catálogo a Aquaman y el reino perdido (Aquaman and the Lost Kingdom), que pone un punto final al Universo extendido de DC (DCEU). La segunda película del superhéroe interpretado por Jason Momoa se estrenó en cines el pasado 20 de diciembre de 2023, logrando una recaudación global de 434 millones de dólares, una cifra alta pero que aún así representa un nuevo —y último— fracaso para la franquicia.
La trama narra el enfrentamiento entre el rey de los siete mares y su enemigo Black Manta (Yahya Abdul-Mateen II), quien equipado con el poderoso Tridente Negro, amenaza con desatar una fuerza maligna ancestral. En un intento por detener esta amenaza, Aquaman se alía con su hermano Orm, el exrey de Atlantis (Patrick Wilson), con el fin de superar sus diferencias y salvar su mundo submarino de la destrucción permanente. El elenco se completa con Amber Heard, Dolph Lundgren, Temuera Morrison y Nicole Kidman.
La trama narra el enfrentamiento entre el rey de los siete mares y su enemigo Black Manta (Yahya Abdul-Mateen II), quien equipado con el poderoso Tridente Negro, amenaza con desatar una fuerza maligna ancestral. En un intento por detener esta amenaza, Aquaman se alía con su hermano Orm, el exrey de Atlantis (Patrick Wilson), con el fin de superar sus diferencias y salvar su mundo submarino de la destrucción permanente. El elenco se completa con Amber Heard, Dolph Lundgren, Temuera Morrison y Nicole Kidman.
El título dirigido por James Wan mantiene un 34% de puntuación en Rotten Tomatoes, siendo descrita por la crítica como “caótica”, y en gran parte afectada por el cierre del DCEU, las regrabaciones, los problemas de presupuesto, las cuatro postergaciones de su fecha de estreno y, finalmente, las acusaciones de Heard contra Momoa que implican acoso laboral y psicológico. Este complicado viaje hasta su debut en cines la convirtió en una de las franquicias más turbulentas de la historia, sellando su título como la película de superhéroes más controversial de 2023.
No obstante, los críticos especializados destacan que, a pesar de los inconvenientes, el film mantiene su esencia divertida, brindando una secuela entretenida que cumple con sorprender al público. Esto se debe, en gran medida, al equilibrio entre “aventura de acción y bromance”, tal como subrayó Wan durante una rueda de prensa recogida por CBR.
Eso sí, aunque la recaudación global duplica su presupuesto de 205 millones de dólares [aproximadamente], es un resultado decepcionante considerando que, para que un largometraje de este calibre logre el éxito, debe al menos triplicar su inversión. El fallo es más notorio si lo contrastamos con la gran acogida de la primera entrega, lanzada en 2018, la cual superó los 1,100 millones de dólares.
La producción corrió a cargo de Wan, Peter Safran y Rob Cowan, mientras que, Galen Vaisman y Walter Hamada ejercen como productores ejecutivos. La escritura del guion fue realizada una vez más por David Leslie Johnson-McGoldrick (La huérfana), quien desarrolló el guion también junto a Jason Momoa y Thomas Pa’a Sibbett, basándose en los personajes de DC creados por Paul Norris y Mort Weisinger.