Tegucigalpa – Las tendencias preliminares del conteo de votos tras las complicadas elecciones primarias hondureñas del domingo comienzan a definir el panorama político de cara a los comicios generales del próximo 30 de noviembre. Con aproximadamente un tercio de las papeletas escrutadas, se mantienen las preferencias en el nivel electivo presidencial dentro del tripartidismo tradicional del país centroamericano.
En el Partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada se perfila como la virtual ganadora con un contundente respaldo. Según los datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), con el 37.74% de las actas procesadas, Moncada ha obtenido 268,618 votos, lo que representa un 92.22% de las preferencias, mientras que su contrincante, Rasel Moncada, apenas alcanza 22,642 marcas (7.77%).
La contienda en el Partido Liberal muestra a Salvador Nasralla como el precandidato con ventaja significativa. Con 2,448 actas contabilizadas (29.54%), Nasralla acumula 148,307 votos (59.36%). Le siguen Jorge Cálix con 74,741 sufragios (29.91%), Luis Zelaya con 13,981 (5.59%) y Maribel Espinoza con 12,776 (5.11%).
Por su parte, en el Partido Nacional, con 2,561 actas procesadas (30.91%), Nasry Asfura lidera la contienda interna con 203,527 votos (76.01%). Ana García se ubica en segundo lugar con 56,939 votos (21.26%), mientras que Jorge Zelaya y Roberto Martínez obtienen 4,957 (1.85%) y 2,309 (0.86%) votos, respectivamente.
Lento avance en el escrutinio
El proceso de conteo ha mostrado un avance particularmente lento desde el último recuento ofrecido por el CNE en la madrugada del lunes. Las autoridades electorales no han explicado las razones de esta demora, lo que ha generado preocupación entre observadores y representantes partidarios.
Las elecciones primarias, celebradas el domingo 9 de marzo de 2025, han sido ampliamente criticadas por diversos sectores de la sociedad hondureña. El papel del ente electoral y de las Fuerzas Armadas ha sido señalado como responsable del retraso en el traslado del material a los centros de votación, provocando una situación sin precedentes donde muchas urnas abrieron hasta las 8:00 de la noche, cuando la jornada debió comenzar a las 7:00 de la mañana.
Esta situación ha llevado a que analistas políticos y observadores internacionales califiquen estos comicios como «los más desastrosos» en la historia electoral reciente de Honduras, poniendo en duda la capacidad organizativa de las instituciones encargadas del proceso democrático en el país.
Los partidos políticos esperan que el ritmo de escrutinio se acelere en las próximas horas para tener resultados más definitivos, mientras la ciudadanía aguarda con expectativa la conclusión de un proceso electoral que comenzó con serias irregularidades logísticas.
