Tegucigalpa – El padre Carlos Rubio, representante de la Iglesia Católica en el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), manifestó su apoyo y solidaridad hacia la directora ejecutiva de la institución, Gabriela Castellanos, quien ha sido objeto de amenazas y ataques directos. Aunque las amenazas no son nuevas, han aumentado significativamente en su intensidad, lo que ha generado preocupación y alerta.
El padre Rubio resaltó el compromiso de Gabriela Castellanos y su equipo en la lucha contra la corrupción, destacando que su amor por Honduras es evidente en su labor. Aclaró que las afirmaciones que circulan sobre la supuesta ausencia de Castellanos por vacaciones son falsas, ya que se vio obligada a salir temporalmente debido a las amenazas recibidas.
Además, expresó su descontento con la forma en que se ha tratado a la representante de la Organización de las Naciones Unidas, Alice Shackelford, en medio de esta situación. Consideró que las instituciones relacionadas con la defensa de los derechos humanos deben ser respetadas y que los ataques por redes sociales y medios de comunicación no reflejan positivamente al país. Enfatizó que las acciones concretas son las que realmente cuentan, y no solo los discursos.
El padre Rubio reflexionó sobre la transitoriedad de los gobiernos y cómo el extremismo político puede obstaculizar la toma de decisiones acertadas. Destacó la importancia de la voluntad política en la lucha contra la corrupción y reiteró su respaldo a Gabriela Castellanos y su equipo en el CNA, quienes continúan trabajando incansablemente por un Honduras más transparente y justo.
