Tegucigalpa – Los resultados preliminares de las elecciones primarias del pasado 9 de marzo muestran un dominio absoluto del movimiento «Papi a la Orden» en el departamento de Francisco Morazán, donde se ubica la capital Tegucigalpa. Según los datos publicados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), esta corriente política liderada por Nasry Asfura se perfila para conquistar las 23 candidaturas a diputados en juego.
Con 150 actas escrutadas de un total de 1,318 (apenas el 11.38% del total), los precandidatos del movimiento «Papi a la Orden» ocupan todas las posiciones que les darían derecho a representar al Partido Nacional en las elecciones generales del próximo 30 de noviembre.
La nómina está encabezada por Kilvett Bertrand, quien acumula 11,246 marcas, seguido por Lissi Matute Cano, Arnold Burgos, Sara Estrada Zavala y Suyapa Seham Morales, todos ellos parte del bloque político que respalda al actual precandidato presidencial nacionalista.
El sistema de resultados preliminares del CNE muestra una tendencia contundente en favor de los candidatos de «Papi a la Orden», con amplias diferencias respecto a sus competidores. Un caso ilustrativo es el de Alberto Antonio Avilez, quien ocupa la posición 23 (última con derecho a candidatura) con 9,951 marcas, mientras que su más cercano perseguidor, Victoria Francisca Chavez Madison del movimiento Avanza, apenas alcanza 2,922 votos, casi 7,000 menos.
También figuran en la lista de favorecidos Oswaldo Jose Ramos, Kimberly Saraí Guevara, Antonio Cesar Rivera Callejas, Johana Bermúdez Lacayo, María José Sosa, Edwin Cruz, Adolfo Pineda, Fabiola Rosa, Yasser Abdalah Handal, Miriam Elisabeth Torres, Kevyn David Sandoval, Jose Luis Argeñal, Grace Mariela Sierra, Waleska Jackeline Zelaya, Katerin Jazmin Salgado, Oskar Salomon Faraj y Lourdes Janeth Medina.
Estos resultados preliminares sugieren que el movimiento liderado por Nasry Asfura, quien según los datos parciales lidera la contienda presidencial dentro del Partido Nacional con más del 76% de los votos, podría conseguir una representación hegemónica en el departamento más poblado del país.
No obstante, es importante señalar que el escrutinio se encuentra todavía en una fase inicial, con menos del 12% de las actas procesadas, en un contexto post-electoral marcado por las numerosas irregularidades en el desarrollo de los comicios y las investigaciones en curso por parte del Ministerio Público.
Las autoridades electorales continúan con el proceso de escrutinio mientras diversos sectores políticos y sociales mantienen sus cuestionamientos sobre la validez y transparencia del proceso electoral del domingo, considerado como uno de los más caóticos en la historia democrática reciente de Honduras.
