Tegucigalpa – La coordinadora de la Unidad de Agroambiente Climático y Gestión de Riesgo de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) de Honduras, Tirza Espinoza, ha alertado sobre los posibles efectos del fenómeno climático “Niño Neutro” en las cosechas del país.
El Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceánicos y Sísmicos (Cenaos) de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) ha pronosticado una condición climática con una anomalía de precipitación para los meses de mayo, junio y julio de 2023.
Según Espinoza, Honduras está en una zona pintada entre el café y el amarillo, lo que significa que algunos municipios en el sur, occidente y la zona atlántica, incluyendo Colón, Atlántida y el norte de Olancho, recibirán menos lluvia de lo normal.
Además, se espera una canícula más larga de lo habitual, lo que significa que habrá menos lluvia en general, lo que podría afectar negativamente los cultivos.
La coordinadora aconseja aprovechar al máximo la lluvia que se reciba y estar atentos para evitar daños a los cultivos durante este período de sequía.
Los efectos negativos de Niños intensos como los que ocurrieron entre 1982-1983, 1997-1998 y 2014-2015 ocasionaron pérdidas millonarias, ya que las sequías y altas temperaturas produjeron la muerte del ganado, pérdidas en los cultivos de granos básicos y disminución en la producción de camarones.
Además, los Niños favorecieron la propagación de incendios forestales y enfermedades propagadas por vectores, como el dengue, zika y chikungunya.
El fenómeno de El Niño y La Niña: sus efectos en el clima y la agricultura
El Niño y la Niña son fenómenos climáticos que afectan la temperatura y las condiciones atmosféricas en el Océano Pacífico y en el mundo entero.
El Niño se produce cuando la temperatura en la superficie del Océano Pacífico aumenta más de medio grado Celsius, lo que causa un debilitamiento de los vientos que soplan desde el Este y un cambio en la ubicación de las lluvias en el Pacífico.
Por el contrario, la Niña se produce cuando la temperatura en la superficie del Océano Pacífico disminuye más de medio grado Celsius, lo que causa un aumento en la velocidad de los vientos del Este y una intensificación de las lluvias en Australia.
Los efectos de estos fenómenos climáticos son significativos en todo el mundo, incluyendo una influencia en la formación de huracanes en el Océano Atlántico y en el Pacífico cercano a Guatemala y México.
El embate de Iota en el Valle de Sula en Honduras es un ejemplo de cómo estos fenómenos pueden causar inundaciones y afectar la calidad de vida de la población.
En Honduras, el Niño y la Niña también tienen un impacto significativo en la agricultura, ya que la canícula intensa y prolongada causada por El Niño puede causar sequías y la pérdida de cultivos, lo que afecta la seguridad alimentaria y económica de las comunidades rurales.
Por otro lado, la Niña puede causar lluvias intensas y breves, lo que puede llevar a inundaciones y deslizamientos de tierra.
Es importante monitorear estos fenómenos climáticos y tomar medidas para prepararse para los posibles impactos negativos, incluyendo el fortalecimiento de los sistemas de alerta temprana, la implementación de medidas de adaptación y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles.
