Tegucigalpa – Este lunes se reveló la renuncia presentada ante la presidenta Xiomara Castro por parte del viceministro de Derechos Humanos, Guido Eguigure.
A través de su cuenta personal en la red social “X”, antes conocida como Twitter, Eguigure emitió una declaración pública abordando los recientes acontecimientos que involucran a altos funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos.
La declaración pública de Eguigure comenzó expresando su pesar por la ventilación pública de asuntos internos, que trascendieron de manera malintencionada y perjudicaron la integridad de los principales funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos.
El exviceministro señaló que, durante su tiempo como subsecretario de Derechos Humanos, buscó el diálogo como vía para resolver problemas internos que, en teoría, deberían tener soluciones sencillas. Sin embargo, lamentó que esta situación afectara el rendimiento de la institución.
Eguigure hizo hincapié en que los estándares profesionales más altos exigen que los funcionarios, tanto públicos como privados, lleven a cabo procesos de evaluación con sus colaboradores o empleados, y no a sus espaldas.
Enfatizó la importancia de realizar evaluaciones de manera constructiva, donde el responsable escriba un informe, se cite al empleado para discutirlo y, en caso necesario, se acuerde un plan de formación para apoyar el crecimiento profesional, con la firma de un acuerdo o desacuerdo total o parcial.
El exviceministro denunció la filtración de un documento oficial de una dependencia estatal a la presidenta como una falta grave a la confidencialidad que debe regir en las comunicaciones. Subrayó que no es ético ni profesional abusar del poder y maltratar a los subalternos, indicando que las decisiones unilaterales reflejan un ejercicio de poder absoluto contra los más débiles.
La renuncia de los subsecretarios de Derechos Humanos había sido rumorada desde la semana pasada, aunque la ministra Natalie Roque negó dichos acontecimientos.
Sin embargo, la confirmación llegó este lunes con la renuncia de Guido Eguigure, marcando un episodio que resalta la importancia de la integridad y la ética en la administración pública.
