Tegucigalpa – Las demandas de alivio planteadas por los habitantes del municipio de Tatumbla, quienes se desplazan diariamente a Tegucigalpa para sus actividades laborales y académicas, debido al caos vehicular generado por la construcción de un tramo carretero sobre la CA-6, parecen comenzar a surtir efecto.
Tras una reunión entre un grupo de residentes de Tatumbla y las autoridades de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT), representantes de la empresa encargada del proyecto, la Policía Nacional y la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), se observan mejoras en los tiempos de congestión vehicular.
Además de las labores de mantenimiento que se están llevando a cabo en la carretera de terracería que conecta Tatumbla con Tegucigalpa a través de la montaña de Azacualpa, las unidades motorizadas de la DNVT ahora acompañan a los conductores que utilizan esta vía durante las horas nocturnas.
Paralelamente, los residentes se han organizado en caravanas para transitar por la ruta en los horarios matutino y vespertino. La vía, aunque accesible para vehículos tipo pick-up, camionetas y turismos, ve menos tráfico de estos últimos, según detalla Lázaro García, residente de la zona.
La construcción del tramo carretero desde el desvío de Tatumbla hasta la posta de Villa Vieja, en el Distrito Central, inició hace aproximadamente cuatro meses. Desde entonces, la congestión vehicular ha sido una constante, afectando la movilización en la región.
A pesar de los desafíos, las medidas implementadas, como el acompañamiento nocturno y la organización comunitaria en caravanas, están contribuyendo a mitigar los inconvenientes y mejorar la fluidez del tráfico en la zona.