Ambos defienden que la manera de combatir la ola conservadora es mejorar la vida de la gente.
Por El País
Una ola de ultraderecha recorre América y Europa. Desde Argentina a Países Bajos, desde EE UU a Italia, con las próximas elecciones europeas como momento decisivo, el ascenso de estas posiciones parece evidente. Dos de los líderes mundiales que representan precisamente lo contrario, esto es, gobiernos progresistas que están intentando frenar esa ola en sus respectivos países, el español Pedro Sánchez y el chileno Gabriel Boric, dieron este viernes en el simbólico Palacio de La Moneda, un lugar muy especial para los progresistas de todo el planeta, una exhibición no solo de sintonía política, sino de recetas comunes para hacer frente a esa ola que está encontrando muchos votos también entre las clases más populares, tradicionales votantes de la izquierda.
En una visita de dos días del español a Chile, que incluyó una cena informal en la casa de Boric en el céntrico barrio Yungay, donde cocinó él como muestra de su cercanía política y personal, ambos líderes han planteado que la mejor manera de luchar contra la ultraderecha son las políticas progresistas para mejorar la vida de la gente, en especial las clases más pobres, y reducir la desigualdad, como forma de convencer a los votantes de que no se abracen a la ultraderecha.Una ola de ultraderecha recorre América y Europa. Desde Argentina a Países Bajos, desde EE UU a Italia, con las próximas elecciones europeas como momento decisivo, el ascenso de estas posiciones parece evidente.
Dos de los líderes mundiales que representan precisamente lo contrario, esto es, gobiernos progresistas que están intentando frenar esa ola en sus respectivos países, el español Pedro Sánchez y el chileno Gabriel Boric, dieron este viernes en el simbólico Palacio de La Moneda, un lugar muy especial para los progresistas de todo el planeta, una exhibición no solo de sintonía política, sino de recetas comunes para hacer frente a esa ola que está encontrando muchos votos también entre las clases más populares, tradicionales votantes de la izquierda.En una visita de dos días del español a Chile, que incluyó una cena informal en la casa de Boric en el céntrico barrio Yungay, donde cocinó él como muestra de su cercanía política y personal, ambos líderes han planteado que la mejor manera de luchar contra la ultraderecha son las políticas progresistas para mejorar la vida de la gente, en especial las clases más pobres, y reducir la desigualdad, como forma de convencer a los votantes de que no se abracen a la ultraderecha.
Boric apuntó que los sectores progresistas no pueden quedarse solamente con denunciar lo que piensa la ultraderecha, sino que deben responder con mejores políticas públicas. Sánchez, que añadió a Chile dentro de su gira a Brasil, destacó que los datos de la política social y económica que está logrando tanto Boric en Chile como él en España, en términos de reducción de desigualdad, “demuestran y prueban que en efecto las políticas económicas que vinculan crecimiento con redistribución de la riqueza son las acertadas para hacer frente a ese mal que es la desigualdad”. “La mejor respuesta es mejorar las políticas públicas”, resumió Boric. “Hay una internacional ultraderechista que se articula y está avanzando”, insistió Sánchez.
Antes, en un foro económico, el presidente español destacó la reducción de la pobreza en Chile del 10,7% al 6,5%, la cifra más baja desde que hay registros. “Hay que reivindicar esos datos”, apuntó, y añadió que España es la gran economía de la zona euro en la que más se ha reducido la desigualdad desde 2017, alcanzando también mínimos históricos. Boric aprovechó de destacar también la mejora en los resultados de la educación pública, la reducción significativa de la inflación, la gratuidad en el sector público de salud y la aprobación de la ley integral contra la violencia hacia las mujeres.
En el Día Internacional de la Mujer, Sánchez celebró vivir la fecha acompañado de un presidente feminista, y planteó que la estrategia de la ultraderecha está siendo atacar consensos básicos construidos en las últimas décadas. “Consensos y conquistas que pensábamos garantizadas están puestos en cuestión por gobiernos de la ultraderecha o de la derecha y la ultraderecha. No son solamente en el ámbito de la igualdad de género, también llegan al cambio climático y la censura en la cultura”, sostuvo el mandatario. Como ejemplo, mencionó los casos de ayuntamientos españoles que están censurando obras teatrales, culturales, “por el mero hecho de defender la igualdad entre hombres y mujeres”. “Puede parecer pequeño, anecdótico, pero creo que es absolutamente inaceptable y poner pie en pared y responsabilizar no solamente a la ultraderecha, sino también a esos socios necesarios que permitan que sucedan estas cosas en nuestro país”, en alusión a Vox y el Partido Popular.
Uno de los seis memorándums de entendimiento que firmaron ambos líderes en La Moneda fue sobre igualdad de género en el marco de la fecha conmemorativa. Los otros abordan la transición ecológica justa, memoria democrática, la cooperación antártica y la cooperación en ciencia y en innovación. La sintonía de la que han hecho gala Sánchez y Boric en materias medioambientales, de género y sociales, también la han reforzado en sus posturas sobre política exterior. Boric señaló en el palacio presidencial que abogan “porque se imponga a la brevedad un cese al fuego en Gaza, en donde estamos viendo violentos e inaceptables ataques a la población civil por parte del Ejército de Israel que han generado miles de víctimas”. Sánchez pidió “coherencia al respeto al derecho internacional” en Ucrania y Gaza y manifestó que el derecho internacional humanitario “claramente se está viendo dañado como consecuencia de la respuesta del gobierno de Israel” hacia la población en Gaza.
Boric apuntó que los sectores progresistas no pueden quedarse solamente con denunciar lo que piensa la ultraderecha, sino que deben responder con mejores políticas públicas. Sánchez, que añadió a Chile dentro de su gira a Brasil, destacó que los datos de la política social y económica que está logrando tanto Boric en Chile como él en España, en términos de reducción de desigualdad, “demuestran y prueban que en efecto las políticas económicas que vinculan crecimiento con redistribución de la riqueza son las acertadas para hacer frente a ese mal que es la desigualdad”. “La mejor respuesta es mejorar las políticas públicas”, resumió Boric. “Hay una internacional ultraderechista que se articula y está avanzando”, insistió Sánchez.
Antes, en un foro económico, el presidente español destacó la reducción de la pobreza en Chile del 10,7% al 6,5%, la cifra más baja desde que hay registros. “Hay que reivindicar esos datos”, apuntó, y añadió que España es la gran economía de la zona euro en la que más se ha reducido la desigualdad desde 2017, alcanzando también mínimos históricos. Boric aprovechó de destacar también la mejora en los resultados de la educación pública, la reducción significativa de la inflación, la gratuidad en el sector público de salud y la aprobación de la ley integral contra la violencia hacia las mujeres.
En el Día Internacional de la Mujer, Sánchez celebró vivir la fecha acompañado de un presidente feminista, y planteó que la estrategia de la ultraderecha está siendo atacar consensos básicos construidos en las últimas décadas. “Consensos y conquistas que pensábamos garantizadas están puestos en cuestión por gobiernos de la ultraderecha o de la derecha y la ultraderecha. No son solamente en el ámbito de la igualdad de género, también llegan al cambio climático y la censura en la cultura”, sostuvo el mandatario. Como ejemplo, mencionó los casos de ayuntamientos españoles que están censurando obras teatrales, culturales, “por el mero hecho de defender la igualdad entre hombres y mujeres”. “Puede parecer pequeño, anecdótico, pero creo que es absolutamente inaceptable y poner pie en pared y responsabilizar no solamente a la ultraderecha, sino también a esos socios necesarios que permitan que sucedan estas cosas en nuestro país”, en alusión a Vox y el Partido Popular.
Uno de los seis memorándums de entendimiento que firmaron ambos líderes en La Moneda fue sobre igualdad de género en el marco de la fecha conmemorativa. Los otros abordan la transición ecológica justa, memoria democrática, la cooperación antártica y la cooperación en ciencia y en innovación. La sintonía de la que han hecho gala Sánchez y Boric en materias medioambientales, de género y sociales, también la han reforzado en sus posturas sobre política exterior. Boric señaló en el palacio presidencial que abogan “porque se imponga a la brevedad un cese al fuego en Gaza, en donde estamos viendo violentos e inaceptables ataques a la población civil por parte del Ejército de Israel que han generado miles de víctimas”. Sánchez pidió “coherencia al respeto al derecho internacional” en Ucrania y Gaza y manifestó que el derecho internacional humanitario “claramente se está viendo dañado como consecuencia de la respuesta del gobierno de Israel” hacia la población en Gaza.
