Tegucigalpa – En un dramático llamado de atención, el Sindicato de Trabajadores del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) anunció este domingo una medida extrema: una huelga de hambre que se llevará a cabo en los alrededores de Casa Presidencial.
La voz de protesta fue liderada por Julio Pozo, destacado dirigente sindical, quien expresó su pesar por la falta de acción de las autoridades ante la problemática que aqueja al sindicato.
El principal reclamo se centra en una deuda que asciende a la alarmante cifra de 52 millones de lempiras, afectando a más de 600 trabajadores del SANAA. Ante la situación crítica y la falta de respuestas concretas, los empleados, agobiados por la falta de pago, se ven en la necesidad de declararse en calamidad doméstica.
El anuncio de la huelga de hambre frente a Casa Presidencial busca poner de manifiesto la gravedad de la situación y la urgencia de encontrar soluciones tangibles.
A pesar de las diversas protestas y llamados anteriores, las autoridades no han atendido las demandas de los trabajadores del SANAA, generando un clima de frustración y desesperación en el sindicato.
Esta medida extrema no solo refleja la desesperación de los trabajadores, sino que también destaca la urgencia de abordar de manera inmediata la crisis financiera que afecta al SANAA.
La huelga de hambre se presenta como un último recurso para llamar la atención sobre una situación que requiere soluciones concretas y acciones inmediatas por parte de las autoridades competentes.