Tegucigalpa. – Las aún existentes calles de piedras, los legendarios edificios y la laboriosidad de sus ciudadanos, mantienen latente la historia de Tegucigalpa en la actualidad.
Este día la capital del país está de fiesta, al conmemorarse 441 años de su fundación, hecho ocurrido en 1578, bajo el nombre de Real de Minas de San Miguel de Tegucigalpa.
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Con el transcurrir del tiempo, el pueblo que nacía en los cerros de plata (Teguzgalpa, de vocablo nahua), donde a través de las actividades mineras se extraía oro y plata, se fue posicionando poco a poco como la ciudad más importante de Honduras.
En 1880, bajo la presidencia de Marco Aurelio Soto, Tegucigalpa fue nombrada la capital de Honduras, que desde entonces, se convirtió en la ciudad de las oportunidades y los sueños para los hondureños que salían de sus aldeas en diferentes localidades del país, en busca de un mejor futuro.
La capital vio nacer a grandes ciudadanos que marcaron la historia del país, tales como el general Francisco Morazán, Dionisio de Herrera, José Trinidad Cabañas, José Trinidad Reyes, Marco Aurelio Soto, entre otros.
En la actualidad, la ciudad capital destaca como centro administrativo y político, siendo sede del gobierno y grandes instituciones, como la máxima casa de estudio, Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), y a la vez, acoge consulados y embajadas de 39 países del mundo.
A medida que pasan los años, la capital se trasforma, y a la fecha, ha sufrido cambios significativos, que abarcan desde su nombre, hasta la infraestructura, crecimiento poblacional, e incluso, el clima.
Estos cambios, han desencadenado una serie de problemas, entre ellos destacan la sobrepoblación, vulnerabilidad demográfica, pobreza y la escasez del agua, recurso natural que ha sido de mucha falta durante los últimos días, ya que a falta de la temporada de lluvia las represas que abastecen la capital, han mantenido sus niveles bajos.
En cuanto al desarrollo de la ciudad, expertos aseguran que Tegucigalpa está posicionada entre las ciudades más longevas de América, ubicada en los bajos estándares del desarrollo, por lo que los gobernantes tienen grandes retos.
Las actuales autoridades, encabezadas por el alcalde Nasry “Tito” Asfura, los próximos líderes y el pueblo capitalino, tienen la tarea de revertir las falencias que acechan su ciudad.
