Texas. – Un nuevo tiroteo en Estados Unidos ha dejado este sábado un trágico balance de cinco muertos y una veintena de heridos, incluidos tres agentes de policía, después de que un hombre armado disparara al azar contra la gente mientras conducía una camioneta entre dos pequeñas poblaciones del estado de Texas.
El jefe de policía de la ciudad de Odessa, Michael Gerke, confirmó en rueda de prensa la muerte de cinco personas y 21 heridos, mientras que el departamento de policía de la ciudad de Midland anunció que el atacante, un hombre blanco de unos treinta años que aún no fue identificado, también falleció tras ser abatido a las afueras de una sala de cines.
En un primer momento las autoridades locales habían informado de dos posibles atacantes, pero posteriormente la policía confirmó que solo fue una persona, quien al parecer empezó a disparar al azar contra los transeúntes a media tarde del sábado, primero desde un coche Honda y luego desde una camioneta robada del Servicio de Correos.
Según las autoridades locales, todo comenzó con una infracción de tráfico por parte de un conductor que disparó al agente que le ordenó parar su vehículo. Fue entonces cuando salió huyendo del lugar y tras subirse a la camioneta robada empezó a disparar al alzar contra otras personas hasta que unos agentes lo abatieron a tiros.
Este nuevo episodio de violencia ha tenido lugar apenas cuatro semanas después de otra matanza en la ciudad fronteriza de El Paso, también en Texas, donde el pasado 3 de agosto un supremacista blanco identificado como Patrick Crusius mató a 22 personas e hirió a otras 24 durante un tiroteo en un supermercado Walmart.
El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró a través de su cuenta de Twitter que ya fue informado sobre el tiroteo por parte del fiscal general, William Barr. «El FBI y las fuerzas de seguridad están trabajando activamente» con las autoridades locales y estatales, afirmó el magnate neoyorquino.
Por su parte, el gobernador del estado de Texas, Greg Abbott, afirmó en un comunicado que está «desconsolado» por este nuevo ataque que calificó de «cobarde y sin sentido», y aseguró que pondrá a disposición los recursos que sean necesarios para que se haga justicia por este «atroz crimen».
«Tenemos que acabar con esta epidemia», lamentó el aspirante presidencial demócrata Beto O’Rourke, quien envió sus condolencias a los familiares de las víctimas. «Estoy harta de esto. Estados Unidos está harto de esto. Tenemos que actuar», aseguró la senadora Kamala Harris, que también busca la candidatura por el mismo partido.
Finalmente, el vicepresidente Mike Pence mostró su consternación por lo ocurrido en Texas y aseguró que la Administración Trump tiene la «firme determinación» de trabajar con el Congreso y con los líderes de ambos partidos para adoptar las medidas que hagan falta para confrontar estas «atrocidades masivas». El Mundo.