Tegucigalpa – El líder de la bancada del Partido Nacional (PN), Tomás Zambrano, ha expresado su opinión sobre el proceso judicial que enfrenta el expresidente Juan Orlando Hernández (JOH), señalando que la Fiscalía de la Corte de Nueva York carece de pruebas contundentes para emitir una condena.
Zambrano, reconocido experto en Derecho Constitucional y Penal, subrayó la falta de credibilidad de los testimonios presentados en el juicio, los cuales provienen de individuos catalogados como «asesinos confesos» y narcotraficantes que han sembrado el luto y la corrupción en el país.
“Los testigos son asesinos confesos, son narcotraficantes que han llenado de luto este país, han corrompido a la juventud con el tema de las drogas, (…) han presentado pruebas únicamente testimoniales; o sea, lo que ellos dicen y como creerle a un delincuente, como creerle a un asesino”, cuestionó enfáticamente.
Además, Zambrano hizo hincapié en la ausencia de pruebas materiales como grabaciones, correos electrónicos, transferencias bancarias y llamadas telefónicas que respalden las acusaciones contra el exmandatario.
Esta carencia de pruebas sólidas, según Zambrano, plantea la posibilidad de una «duda razonable» ante la justicia estadounidense, principio que podría ser utilizado por la defensa de JOH para alegar su presunción de inocencia.
El pasado lunes, el testimonio presentado por un miembro del Cártel de Sinaloa implicó directamente a JOH en actividades ilícitas, señalando que el expresidente recibió más de 2.4 millones de dólares del narcotráfico para financiar su campaña política en 2013.
Además, el martes, el exlíder del cartel de «Los Cachiros», Devis Leonel Rivera Maradiaga, ratificó ante la Fiscalía diversos delitos cometidos durante la administración de Hernández, incluido el asesinato de Alfredo Landaverde, quien denunció la infiltración del crimen organizado en el sistema de seguridad hondureño.
Estos eventos marcan el sexto día del juicio contra JOH, en el que se le imputan cargos por conspiración para importar cocaína a Estados Unidos, conspiración para poseer armas de fuego y dispositivos destructivos para el narcotráfico, así como posesión de armamento ilegal.
