Tegucigalpa – En la madrugada del sábado, un bar en el municipio de Nacaome, Valle, al sur de Honduras, se convirtió en escenario de un violento acto criminal que resultó en la pérdida de tres vidas.
Según testigos presenciales, las víctimas se encontraban disfrutando de su tiempo en el bar cuando una acalorada discusión estalló con un hombre desconocido. De manera repentina, el individuo sacó un arma de fuego y disparó contra ellas.
Las heridas de bala fueron mortales y dos de las víctimas fallecieron en el lugar de los hechos, mientras que la tercera perdió la vida durante su traslado a un centro médico.
Hasta el momento, se desconoce la identidad de los fallecidos, lo que ha generado una gran incertidumbre y angustia entre sus seres queridos.
Lamentablemente, las autoridades policiales aún no han logrado capturar al responsable de esta masacre. La búsqueda del perpetrador continúa en curso, y se espera que se realicen todos los esfuerzos necesarios para llevarlo ante la justicia y que responda por sus actos.
Este trágico incidente se suma a una serie de hechos similares que han ocurrido durante el estado de excepción decretado por el gobierno desde diciembre de 2022 hasta mayo de 2023.
Según datos del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), desde enero de 2022 hasta mayo de 2023 se han registrado aproximadamente 63 casos de muertes múltiples, lo que equivale a un promedio de cuatro masacres por mes.
Estas cifras son alarmantes y reflejan la urgente necesidad de abordar la violencia en el país y garantizar la seguridad de sus ciudadanos.
Ante esta preocupante situación, es imperativo que las autoridades correspondientes intensifiquen sus esfuerzos en la prevención del crimen, el fortalecimiento de la seguridad ciudadana y la investigación exhaustiva de estos actos violentos.
La sociedad hondureña clama por justicia y paz, y es responsabilidad de todos trabajar en conjunto para lograr un cambio significativo que brinde seguridad y tranquilidad a los ciudadanos.