Tegucigalpa – La Policía Militar de Orden Público (PMOP) llevó a cabo una operación de gran envergadura en la madrugada de este martes, trasladando a 353 privados de libertad vinculados con estructuras criminales y delitos comunes a diferentes centros penales del país.
Con el objetivo de combatir la criminalidad y restablecer el control en las cárceles, los reclusos fueron trasladados a instalaciones de máxima seguridad, entre las que destacan «El Pozo» en Ilama, Santa Bárbara, la cárcel de Siria en El Porvenir y la Penitenciaría Nacional de Támara en Francisco Morazán.
Esta acción se enmarca en un esfuerzo conjunto entre la PMOP y las Fuerzas Armadas para enfrentar la ingobernabilidad que ha afectado los centros penitenciarios en los últimos tiempos. Las autoridades han priorizado el traslado de aquellos reos considerados de alta peligrosidad o que representan una amenaza significativa en las principales prisiones de Honduras.
La iniciativa busca establecer un control más estricto dentro de las cárceles y separar a los miembros de estructuras criminales para reducir la violencia y prevenir conflictos entre los internos. La selección de los reclusos que serían trasladados se basó en análisis cuidadosos y criterios de riesgo, con el objetivo de mejorar la seguridad tanto dentro como fuera de las instalaciones penitenciarias.
Esta operación representa un paso importante en la lucha contra la criminalidad en el país y envía un mensaje contundente de que las autoridades están tomando medidas efectivas para combatir la delincuencia y mejorar la situación en el sistema penitenciario. Sin embargo, se reconoce que el desafío es continuo y que se requerirá de una vigilancia constante y acciones adicionales para garantizar la seguridad pública y la reinserción efectiva de los privados de libertad en la sociedad.