La intensificación de los combates en Ucrania ha llevado a un número alarmante de bajas entre las filas rusas, con estimaciones que superan las 250.000 desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, según el Estado Mayor del Ejército ucraniano.
En las últimas 24 horas, se reportó la muerte de aproximadamente 540 soldados rusos en combate, aunque estas cifras preliminares aún están sujetas a verificación debido a la dificultad de obtener datos precisos en medio de la batalla.
La falta de transparencia por parte de Rusia complica aún más la situación, ya que no se divulgan cifras oficiales sobre sus bajas militares. La última vez que el Ministerio de Defensa ruso hizo pública esta información fue en septiembre de 2022, cuando se reportaron 5.937 soldados fallecidos.
Las estimaciones sobre las bajas en el bando ruso se basan en información proporcionada por los propios soldados, imágenes captadas por drones y la evaluación de los vehículos militares destruidos.
El grupo mercenario “Wagner” también ha sufrido grandes pérdidas, con cerca de 22.000 muertos y 40.000 heridos según uno de sus comandantes. Además, un estudio realizado por medios de oposición rusa cifra en 47.000 el número de soldados rusos muertos y en 78.000 los gravemente heridos hasta mayo de este año.
Marzo fue el mes más mortífero para las tropas rusas, con más de 24.000 muertos durante la asalto a Bajmut. Aunque desde finales de junio las bajas diarias han disminuido, las pérdidas en equipo militar, especialmente en artillería y defensa antiaérea, han aumentado significativamente.
En los últimos meses, se ha registrado la destrucción de cientos de obuses y piezas de artillería, así como de sistemas de defensa antiaérea. Estos datos reflejan la dinámica de las batallas y los avances del ejército ucraniano en el frente, destacando las operaciones en la región de Járkov y Jersón.
La guerra en Ucrania ha dejado una estela de devastación y sufrimiento, con un alto costo humano para las tropas rusas y una situación que continúa evolucionando en medio de la incertidumbre y la violencia en la región.