Tegucigalpa – La capital hondureña fue testigo este sábado de un momento de profunda significación religiosa cuando la imagen original de la Virgen de Suyapa, custodiada por las Fuerzas Armadas y acompañada por devotos católicos, recorrió las calles en una solemne peregrinación desde la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel hasta su hogar en la Basílica Menor Nuestra Señora de Suyapa.
Durante el recorrido, la procesión se detuvo frente al Hospital Escuela, donde los fieles elevaron oraciones por la salud de los enfermos del país, en un gesto que refleja la profunda conexión entre la devoción mariana y las necesidades cotidianas de los hondureños.
La diminuta imagen, que mide apenas seis centímetros y medio, fue descubierta hace 278 años por Alejandro Colindres y Jorge Martínez, en circunstancias que los devotos consideran milagrosas. La talla en madera de cedro, que representa a la Virgen con rasgos indígenas, rostro ovalado y mejillas redondeadas, se ha convertido en un símbolo fundamental de la fe católica en Honduras.
La historia de su hallazgo está envuelta en el misticismo de una noche en la quebrada del Piligüín, cuando Colindres, inicialmente molesto por lo que creía era una piedra que le impedía descansar, descubrió al amanecer la sagrada imagen que cambiaría la historia religiosa del país.
En 1925, el papa Pío XII declaró a Nuestra Señora de Suyapa como Patrona de la República de Honduras, estableciendo el 3 de febrero como día de su celebración patronal. Este año, la Iglesia Católica ha programado una serie de actividades religiosas, incluyendo misas, horas santas y peregrinaciones, que culminarán con una misa solemne el 3 de febrero a las 9 de la mañana.
Esta celebración anual no solo representa un evento religioso significativo, sino que también refleja la rica tradición cultural y espiritual que ha perdurado en Honduras por casi tres siglos, uniendo a generaciones de devotos en torno a la pequeña imagen que se ha convertido en un símbolo de fe y esperanza para el pueblo hondureño.