Aunque fue electo para completar el mandato de Guillermo Lasso y sólo le queda un año para las elecciones generales, en poco tiempo ha debido lidiar con una grave crisis.
Por Infobae
Seis meses de gestión le han llevado a Daniel Noboa para ser uno de los mandatarios con mayor aceptación popular de la región, según el más reciente sondeo de opinión de CB Consultora. A pesar de llevar menos de un año en el poder y de que próximamente se celebrarán las elecciones generales –pues Noboa completa el periodo que Guillermo Lasso dejó inconcluso; ya existen al menos cinco momentos que han marcado su mandato.
En su informe a la nación, celebrado el 24 de mayo, Noboa aseguró que su gobierno combate a las mafias enquistadas en todos los niveles del Estado, que ha mejorado la vida de los ecuatorianos y que ha hecho en medio año lo que sus predecesores no lograron hacer. Aunque en el discurso todo suena bien, varias de las afirmaciones de Noboa sobre la disminución del riesgo país, la reducción de las muertes violentas o los tratados comerciales ratificados en su gobierno, han sido desmentido por verificadores de datos e incluso por las cifras oficiales.
En sus seis primeros meses Noboa ha tenido varias rupturas políticas: con su vicepresidenta Verónica Abad, que ahora reside en Israel y cumple funciones de embajadora por disposición presidencial; con México tras el operativo de captura del ex vicepresidente Jorge Glas que estaba asilado dentro de la sede diplomática mexicana en Quito; y con sus aliados en el legislativo que, en el inicio, fueron la Revolución Ciudadana (de Rafael Correa) y el Partido Social Cristiano. Además, Noboa resultó victorioso en la consulta popular que convocó y en enero declaró el conflicto armado interno en Ecuador, para neutralizar a 22 grupos narcoterroristas.
1. La ruptura con la vicepresidenta
Desde que Noboa ganó las elecciones, se observó una relación distante con la vicepresidenta Verónica Abad. Mientas Noboa y otros de sus copartidarios recibían los resultados en la casa del presidente en Olón, Abad estaba sola en Quito en la sede del Consejo Nacional Electoral. El día de la posesión, el 23 de noviembre, mientras Noboa celebraba su primer almuerzo como presidente, Abad almorzaba en un mercado de la ciudad. Esos fueron los momentos que antecedieron a la ruptura oficial.
Uno de los primeros decretos que Noboa emitió fue la disposición de que Abad asuma funciones como embajadora de paz en Israel, en medio del conflicto con Palestina. Abad tuvo que mudarse al otro lado del mundo, pero antes declaró que Noboa no la quería cerca, que el equipo del presidente la mandó a callar y que las diferencias sucedieron porque Noboa decidió pactar en el congreso con el partido de Rafael Correa. La ruptura se había confirmado.
2. El conflicto armado interno
Cuando alias Fito, líder de Los Choneros, se fugó de prisión; iniciaron una serie de hechos violentos en el país que desencadenaron en el fatídico 9 de enero, cuando un grupo de criminales asaltaron el canal de televisión TC y secuestraron en vivo a los trabajadores del medio. Aunque la policía logró rescatar a los rehenes y apresar a los sujetos, esa transmisión causó terror en los ecuatorianos. El caos se apoderó de las ciudades. En Quito, las personas corrían hacia las estaciones de transporte público y sobrevolaban helicópteros militares la ciudad. La congestión vehicular causaba retenciones de horas. Mientras que en Guayaquil, miembros de las bandas narcodelictivas provocaron balaceras donde perdieron la vida al menos diez personas.
En medio de ese apocalíptico escenario, Noboa declaró el estado de excepción bajo la causal de conflicto armado interno y calificó a 22 grupos delictivos como terroristas. En el decreto, el mandatario dispuso a las Fuerzas Armadas ejecutar acciones militares para neutralizar a los narcoterroristas. Entonces, grupos de combate del ejército se desplegaron en el país en apoyo a la Policía Nacional. Los militares tomaron control de las cárceles y sometieron a los reos.
En su informe a la nación, el jefe de Estado señaló que luego de analizar la información de aquella jornada y tras lo encontrado en algunos dispositivos hubo un intento de golpe de estado: “Como su gobernante, tenía dos opciones: lo de siempre, no hacer nada; o, actuar y actuar como nadie lo había hecho. No había espacio para la tibieza”, aseveró.
3. La captura de Jorge Glas en la Embajada de México
El 17 de diciembre de 2023, cuando Noboa ya estaba en el poder, Jorge Glas, ex vicepresidente sentenciado e investigado por corrupción e intimidación, ingresó a la Embajada de México en Quito. Permaneció allí en calidad de huésped hasta el 5 de abril, cuando el gobierno de Andres López Obrador le concedió asilo, apenas pocas horas antes de su arresto por parte de la fuerza pública, que por disposición del presidente ingresó sin permiso de las autoridades mexicanas a la legación diplomática.
Lo que empezó como un impasse con México tras unas declaraciones de López Obrador que ponían en duda los resultados de las elecciones extraordinarias donde ganó Noboa, llegó a su punto más álgido cuando agentes especiales de la Policía saltaron el muro que protege los predios mexicanos en Quito, sometieron a los miembros y trabajadores de la misión diplomática y arrestaron a Jorge Glas. La incursión sucedió alrededor de las 10 de la noche de ese viernes y de inmediato México informó sobre la ruptura de relaciones con Ecuador.
En los días posteriores, las autoridades ecuatorianas sostuvieron que había un riesgo real e inminente de la fuga de Jorge Glas en complicidad con los miembros de la misión mexicana. México por su parte interpuso una demanda contra Ecuador en la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Lo propio hizo Ecuador contra México. Ambos países señalaron que el otro violó las convenciones de Viena y de Caracas al ingresar sin permiso a una embajada y al albergar a un condenado, respectivamente. Incluso ante la CIJ, Ecuador argumentó el riesgo de fuga de Jorge Glas y relató cómo llegaron al país notas verbales contradictorias por parte de las autoridades mexicanas. Esta semana, la CIJ rechazó las medidas cautelares solicitadas por México contra Ecuador.
4. La Consulta Popular
Noboa obtuvo el voto favorable en nueve de las 11 preguntas que impulsó en su consulta popular y referéndum celebrados el 21 de abril de 2024. Los resultados confirmaron lo que plantean los estudios sobre los plebiscitos en América Latina: que se vota por el convocante y no por el contenido. Estos resultados podrían ser utilizados por Noboa para dar continuidad a su proyecto político, pues busca elegirse en un periodo completo en 2025. Esto porque una pregunta –la referente a la extradición– que obtuvo rechazo en la consulta del ex presidente Guillermo Lasso fue aceptada cuando Noboa la propuso.
Los comicios sucedieron en medio del conflicto armado interno, la peor crisis energética de la historia nacional y con tres asesinatos a autoridades en la semana de las votaciones.
5. El incremento del IVA y la crisis energética
A pocos días de haber asumido el mandato, el presidente Noboa se dirigió a la nación junto a su ministro de Economía y Finanzas, Juan Carlos Vega, quien dio un informe detallado del estado de las cuentas de Ecuador: “Tenemos la peor historia de la caja fiscal… Es un país extremadamente empobrecido”, dijo el secretario de Estado.
Desde entonces, Noboa tramitó varios proyectos económicos urgentes, incluyendo uno que incrementó el impuesto al valor agregado (IVA) del 12 % al 15 %, una decisión considerada como impopular. Este proyecto fue aprobado en febrero y el Ejecutivo argumentó que lo recaudado servirá para la guerra interna.
El gobierno ecuatoriano estimó, según recogió EFE, un alza anual en la recaudación fiscal cercana a los USD 1.306 millones, lo que implicaría una recaudación adicional de USD 1.071 millones para el año en curso. Gracias a ello, el país comenzará a reducir el déficit estatal, de USD 5.800 millones en 2023 -el 5% del PIB- y buscará financiar los megaoperativos que desde hace semanas mantiene activos en todo el país contra los capos narco y líderes terroristas de las bandas que controlan varias ciudades de su territorio.
Además de recibir un país “extremadamente empobrecido”, Noboa también heredó una crisis que inició durante el gobierno de Guillermo Lasso: el déficit energético que obligó al gobierno a implementar apagones en todo el país. A mediados de abril, la crisis energética empeoró y se registraron apagones de hasta 13 horas. Noboa declaró la emergencia en el sector y pidió la renuncia de la ministra de Energía, Andrea Arrobo. Horas más tarde, Arturo Félix Wong, secretario de la administración, denunció a Arrobo y otros funcionarios por sabotaje.