Tegucigalpa – El incremento de la violencia en Honduras ha llevado a la muerte violenta de 65 mujeres en eventos múltiples, lo que refleja una pandemia de crímenes contra las mujeres en aumento en el país.
La población tiene miedo debido al aumento de la violencia y ya no quiere salir en la noche a espacios públicos. Solo en junio, se reportó la muerte violenta de más de 80 mujeres, y en el presente mes ya suman seis los crímenes contra las mujeres.
La primera masacre que se registró en el presente año ocurrió el 15 de enero en la comunidad garífuna de la Travesía, en Puerto Cortés, en donde tres jóvenes mujeres fueron asesinadas. Las víctimas respondían a los nombres de Cristy Fabiana Espinoza, Janaira Castillo y su prima Ana Castillo.
En varios de los 27 hechos múltiples, a excepción de la matanza en la cárcel de mujeres, una mujer se reporta en las diferentes masacres ocurridas en el presente año.
En la cárcel de mujeres se registró la peor matanza ocurrida en la historia de Honduras en un centro penal de mujeres, la misma cobró la vida de 46 mujeres, 23 de ellas murieron con arma blanca y de fuego y 23 incineradas.
Hasta el momento, una veintena de mujeres siguen en carácter de desconocidos ya que las autoridades de Medicina Forense realizan exámenes de ADN y odontograma para su total identificación.
Las masacres se han registrado en los departamentos de Cortés, Francisco Morazán, Copán, Olancho, Yoro, Intibucá, Santa Bárbara, Colón, Comayagua, Valle y Atlántida.
Los departamentos de Francisco Morazán, Cortés y Comayagua son los que registran el mayor número de víctimas con 70, 31 y 15 respectivamente. En total, las masacres en Honduras han cobrado la vida de 150 personas, entre ellas 65 mujeres y 85 hombres.
Según los datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), se contabilizan 30 homicidios en lo que va del año, lo que refleja que en un 79 % han aumentado las víctimas en comparación con la misma fecha de 2022.
En cuanto a las escenas múltiples, representa un incremento del 25 %.
Para la directora del Observatorio de la Violencia, Migdonia Ayestas, lo que se está generando con el incremento de esas muertes múltiples es miedo en la población.
La gente ya no quiere usar los espacios públicos ni siquiera quiere salir de noche. Según Ayestas, «ya no se vale que nos digan: ‘estamos en proceso de investigación’.
Son tantas muertes violentas que el 89.9 % de la ciudadanía cree que este es un país inseguro y ahí es donde la respuesta del Estado debe ser más persecución penal, pero además las labores de prevención».
