Tegucigalpa. – Vicente Nácher Tatay, el nuevo arzobispo de la Provincia Eclesial de Tegucigalpa, juró este sábado en reemplazo del cardenal Óscar Andrés Rodríguez al frente de la Iglesia Católica hondureña.
Luego de 30 años de servicio como quinto arzobispo de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, Rodríguez se despidió con una eucaristía solemne celebrada en la Basílica Menor Nuestra Señora de Suyapa.
Nácher Tatay recibió el bastón, el anillo, la mitra y el solideo, lo que lo convirtió en el jefe de la archidiócesis de la capital.
Todos los obispos hondureños que forman parte de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) también le tendieron la mano al nuevo arzobispo.
El cardenal Rodríguez, quien renunció como parte de sus deberes religiosos al cumplir 75 años, estuvo a cargo del acto religioso. El Papa Francisco aprobó la renuncia.
La última celebración eucarística del cardenal Rodríguez como arzobispo de Tegucigalpa se llevó a cabo el pasado sábado; en el futuro, lo hará en su nuevo papel como arzobispo emérito.
El cardenal agradeció a monseñor Nácher por aceptar el desafío y lo animó a cumplir con su deber como figura influyente de Dios.
No es un obispo basado en su popularidad, logros acumulados o antigüedad. Estamos seguros de que Dios está llamando a través de la Madre Iglesia, agregó.
El hecho de que los obispos sean los sucesores de los apóstoles sirve como evidencia y seguridad de que la Iglesia, el cuerpo definido de creyentes, es totalmente real.
El recién nombrado arzobispo de Tegucigalpa agradeció a todos los asistentes y elogió la labor del cardenal Óscar Andrés Rodríguez, “a quién indignamente sucedo como arzobispo”.
Encontrar, escuchar y discernir. Ese será el comienzo de mi trabajo, dijo, y también pondré mi firma en un decreto que dice que todos los cargos seguirán adelante hasta que se indique lo contrario.
Vicente Ncher Tatay es un religioso sacerdote miembro de la Congregación de la Misión Padres Pales. Nació el 10 de abril de 1964 en Valencia, España.
Vicente Ncher Tatay entró en contacto por primera vez con los misioneros paulistas cuando visitaron la parroquia a la que asistía en el pueblo de Monteolivete, donde también tuvo la oportunidad de estudiar con los salesianos en la Avenida de la Plata. Todo esto lo impulsó a inscribirse en el Seminario de los Pablos en 1985.
Tras licenciarse en sociología por la Universidad de Alicante, estudió filosofía y teología en el Seminario Mayor de la Congregación de la Misión en Barcelona y en la Facultad de Teología de Cataluña.
Monseñor José Vicente hizo su profesión solemne en la Congregación de la Misión el 20 de enero de 1990 y el 26 de octubre de 1991 fue consagrado sacerdote. Desde su llegada como misionero en el año 2000, ha pasado 23 años en la nación y ha ocupado cargos de liderazgo significativos para el desarrollo de la Iglesia en Honduras.
