De Nueva York a California, los estudiantes que protestaban por la guerra entre Israel y Hamás durmieron en carpas en campus universitarios mientras algunas instituciones tomaban medidas para desalojar los campamentos y detenían a docenas de inconformes.
Por AP
A medida que aumenta el número de muertos en la guerra en Gaza, manifestantes en todo el país exigen que los centros educativos corten sus vínculos financieros con Israel y retiren sus inversiones de empresas que, según ellos, facilitan el conflicto. Algunos estudiantes judíos afirman que las protestas han derivado hacia el antisemitismo y que temen entrar en los campus.
En la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York, donde las primeras protestas desencadenaron las manifestaciones propalestinas en todo el país, alumnos y administradores han entablado negociaciones, según dijo la universidad en un comunicado el sábado por la noche.
“El diálogo entre representantes de la universidad y organizadores estudiantiles siguen en marcha. Queremos ser claros: las afirmaciones de un cierre inminente o desahucios del campus no son ciertas”, indicó el comunicado la administración de Columbia.
Aunque la universidad fue fijando y después aplazando varios plazos para desalojar el campamento, el centro envió un email a los alumnos indicando que volver a recurrir a la policía “en este momento” sería contraproducente.
Las decisiones de recurrir a las fuerzas de seguridad, que han supuesto cientos de detenciones en todo el país, han llevado a miembros del claustro en universidades de California, Georgia y Texas a iniciar o aprobar mociones de censura sobre sus dirigentes. Son en su mayoría rechazos simbólicos, sin poder para destituir a los presidentes de las organizaciones.
La Universidad de Washington en San Luis cerró algunos edificios del campus y detuvo a manifestantes el sábado. La policía de San Luis dijo en redes sociales que había asistido a la policía del campus, aunque los agentes municipales no habían hecho ninguna detención.
El Riverfront Times, un semanario de San Luis, informó de más de 80 detenidos durante una protesta que comenzó en espacios públicos antes de desplazarse al campus por la tarde. Megan Green, presidenta de la junta de San Luis en Aldermen, dijo en redes sociales que ella estaba presente y que la protesta había sido tranquila “hasta que llegó la policía como en una emboscada”.
La candidata a la presidencia del Partido Verde Jill Stain dijo en redes sociales que ella y sus dos jefes de campaña estaban entre los detenidos en el campus de la Universidad de Washington.
La Universidad del Sur de California (USC, por sus siglas en inglés) dijo el sábado que había cerrado temporalmente su Campus Parque Universitario a los no residentes, sin dar más detalles sobre el cierre o las medidas para implementarlo.
Joel Curran, vicepresidente de comunicaciones, reportó en un comunicado actos de vandalismo contra propiedad de la USC por miembros de un grupo “que ha seguido acampando ilegalmente en nuestros campus”, que también habían interferido con el funcionamiento del centro y acosado a estudiantes y otras personas.
Los estudiantes rechazaron numerosos intentos de la presidenta de la universidad, Carol Folt, de reunirse, y la administración esperaba conseguir “una respuesta más razonable el domingo antes de que nos veamos obligados a tomar más medidas”, dijo Curran.
En Boston, policías con equipo antimotines desalojaron el sábado un campamento en el campus de la Universidad Nordeste. La policía estatal de Massachusetts informó que alrededor de 102 manifestantes fueron arrestados y serán acusados de allanamiento de propiedad ajena y alteración del orden público. Los manifestantes afirmaron que les dieron unos 15 minutos para dispersarse antes de ser arrestados.
Cuando los trabajadores retiraban las tiendas de campaña y recogían en bolsas los escombros del campamento, varias docenas de personas que se encontraban frente a él coreaban “¡Dejen marchar a los chicos!” y consignas contra la guerra en Gaza. También abuchearon al paso de las patrullas de la policía y se burlaron de los agentes que vigilaban el campamento.
La escuela señaló en un comunicado que la manifestación, que comenzó hace dos días, había sido “infiltrada por organizadores profesionales” sin afiliación a la escuela y que se habían lanzado insultos antisemitas, como “maten a los judíos”.
“No podemos tolerar este tipo de muestras de odio en nuestro campus”, se leía en el comunicado publicado en la red social X.
El grupo estudiantil Huskies for a Free Palestine refutaron la versión de la universidad, afirmando en un comunicado que los responsables de los insultos fueron los contramanifestantes y que ningún estudiante de la protesta “repitió el repugnante discurso de odio”.
Los estudiantes que participaron en la protesta afirmaron que un manifestante intentó instigar un discurso de odio, pero insistieron en que su manifestación era pacífica y que, como muchas otras en todo el país, su objetivo era llamar la atención sobre lo que calificaron de “genocidio” en la Franja de Gaza y sobre la complicidad de su universidad en la guerra.
El presidente del cercano Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) emitió un comunicado el sábado señalando que el campamento se había convertido en un “imán potencial para manifestantes externos perturbadores” y que mantenerlo a salvo le estaba tomando cientos de horas de trabajo al personal.
Agentes de la policía universitaria del campus de la Universidad de Indiana y de la policía estatal arrestaron a 23 personas el sábado en un campamento en el campus de la escuela en Bloomington, mientras que la Universidad Estatal de Arizona informó de 69 detenidos.
Las tensiones han aumentado la presión sobre los responsables de universidades, que tratan de resolver las protestas conforme se acercan los actos de graduación en mayo.
USC fue criticada tras negarse a permitir que el orador representante de los alumnos, que ha apoyado públicamente a los palestinos, hiciera un discurso de apertura de los actos. Después la administración canceló el discurso del cineasta Jon M. Chu. La universidad anunció el jueves la cancelación de su principal ceremonia de graduación, al día siguiente de que más de 90 manifestantes fueran detenidos por la policía antidisturbios.
Folt, la presidenta de la universidad, hizo sus primeras declaraciones públicas el viernes por la mañana y dijo que la controversia era “increíblemente difícil para todos nosotros”.
“Nadie quiere tener detenciones en su campos. Nunca. pero, cuando se incumplen abiertamente las políticas de seguridad establecidas, se vandalizan edificios, se ignoran de forma reiterada las órdenes del Departamento de Salud pública, se emplea lenguaje amenazante, se agrede a gente y se bloquea el acceso a edificios académicos, debemos actuar de inmediato para proteger a nuestra comunidad”, dijo Folt..
Las protestas universitarias comenzaron tras el mortífero ataque de Hamás en el sur de Israel, en que los combatientes mataron a unas 1.200 personas, la mayoría civiles, y tomaron unos 250 rehenes. Durante la guerra posterior, Israel ha matado a más de 34.000 palestinos en la Franja de Gaza, según el Ministerio de Salud local.
Israel y sus partidarios han tachado las protestas de antisemitas, mientras que sus detractores afirman que Israel utiliza tales acusaciones para silenciar a sus oponentes. Aunque algunos manifestantes han sido grabados haciendo comentarios antisemitas o profiriendo amenazas violentas, los organizadores de las protestas, algunos de los cuales son judíos, afirman que se trata de un movimiento pacífico cuyo objetivo es defender los derechos de los palestinos y protestar contra la guerra.