Tegucigalpa – En una serie de declaraciones que han generado revuelo en el ámbito político centroamericano, el exministro de la Presidencia de Honduras, Ebal Díaz, actualmente refugiado en Nicaragua, ha lanzado serias acusaciones contra USAID, coincidiendo con el anuncio de su cierre por parte del gobierno estadounidense.
Desde su cuenta en la red social X, Díaz, quien enfrenta múltiples órdenes de captura en Honduras, afirmó que la agencia estadounidense ha estado involucrada en operaciones de desestabilización política en varios países, incluyendo el financiamiento de manifestaciones y campañas mediáticas contra figuras políticas específicas.
Las declaraciones adquieren un matiz particular considerando que Díaz fue uno de los colaboradores más cercanos del expresidente Juan Orlando Hernández, quien actualmente cumple una condena de 45 años en Estados Unidos por cargos relacionados con narcotráfico. El exministro específicamente señaló que en Honduras, USAID habría influido en el sistema judicial, mencionando el caso del fiscal Óscar Chinchilla.
Sin embargo, es importante contextualizar que estas acusaciones provienen de un funcionario que en diciembre de 2024 fue incluido por el Departamento de Estado estadounidense en una lista de 27 centroamericanos señalados por corrupción.
Específicamente, se le acusa de malversación de fondos destinados a damnificados por los huracanes Eta e Iota durante su gestión como Secretario de la Presidencia (2018-2022).
Las declaraciones de Díaz se producen en un momento de particular tensión en las relaciones entre Estados Unidos y varios países de la región centroamericana, donde los debates sobre la influencia de las agencias de cooperación internacional y su rol en los procesos políticos locales continúan siendo tema de controversia.