Tegucigalpa – Un nuevo análisis técnico se suma al debate sobre la construcción del Centro de Reclusión de Emergencia (CRE) en Mocorón, esta vez de la mano del experto en criminalística Gonzalo Sánchez, quien hoy delineó tanto las posibles ventajas como los riesgos significativos del proyecto.
Sánchez reconoce que el aislamiento geográfico podría servir para contener a reos de alta peligrosidad, particularmente limitando su capacidad de comunicación para coordinar actividades delictivas desde el interior.
Sin embargo, el experto advierte sobre las lecciones aprendidas de experiencias similares en Costa Rica y la histórica prisión de Alcatraz en Estados Unidos, donde el aislamiento también generó desafíos significativos para el control estatal.
Un punto crítico señalado por el especialista es la ubicación del centro en una zona conocida por el tráfico de drogas, lo que podría facilitar «una colusión que favorezca a los privados de libertad poderse comunicar más fácil con las personas que trafican las drogas.»
Esta preocupación se suma a los retos logísticos para el traslado de reos a comparecencias judiciales.
El experto enfatiza la necesidad de un enfoque consensuado que incluya a todos los sectores afectados, particularmente la comunidad misquita y grupos ambientalistas, rechazando cualquier imposición autoritaria del proyecto. También destaca la importancia de evaluar el impacto ecológico en una región tan sensible como La Mosquitia.
Esta evaluación técnica añade nuevas dimensiones al debate sobre la viabilidad y pertinencia del proyecto penitenciario, sugiriendo la necesidad de un análisis más profundo de sus implicaciones a largo plazo.
