La agencia de supervisión atómica de Naciones Unidas alertó de una posible amenaza de seguridad nuclear debido al recrudecimiento de los combates en las inmediaciones de la mayor central nuclear de Europa en Ucrania, mientras las fuerzas de Kiev continuaban el sábado con su contraofensiva para expulsar a las tropas rusas.
Por AP
El Organismo Internacional de la Energía Atómica indicó que sus expertos en la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por Rusia, escucharon numerosas explosiones en la última semana, un posible indicio de un incremento de la actividad militar en la región. No se han reportado daños en la central.
“Sigo profundamente preocupado por los posibles peligros que enfrenta la central en este momento de gran tensión militar en la región”, advirtió el director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi, en un comunicado el viernes en la noche.
Según Grossi, el equipo del OIEA fue informado de que el personal de la central se redujo temporalmente al mínimo ante la preocupación por el aumento de la actividad militar en la zona.
“Pase lo que pase en una zona de conflicto, sea donde sea, todo el mundo saldría perdiendo en un accidente nuclear, e instó a que se tomen todas las precauciones necesarias para evitar que esto ocurra”, afirmó.
El OIEA ha expresado en numerosas ocasiones su preocupación porque los combates puedan causar una fuga de radiación en la central, que es una de las 10 más grandes del mundo. Sus seis reactores llevan meses parados, pero sigue necesitando energía y personal cualificado para hacer funcionar los cruciales sistemas de refrigeración y otros elementos de seguridad.
Mientras las fuerzas ucranianas continúan presionando para ampliar sus avances tras tomar recientemente la localidad de Robotyne, en la provincia de Zaporiyia, el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña indicó en su último reporte que Rusia ha movilizado refuerzos para neutralizar los avances ucranianos.
“Es muy probable que Rusia haya reubicado tropas de otras zonas de la línea del frente para reemplazar las degradadas unidades en torno a Robotyne”, apuntó. Es posible que estas maniobras “estén limitando la capacidad de Rusia para llevar a cabo operaciones ofensivas propias” en otros puntos del extenso frente.
El Instituto para el Estudio de la Guerra, un centro de estudios con sede en Washington, señaló que el ejército ruso llevó a cabo cambios importantes en su estructura de mando y control para “proteger la infraestructura de mando y mejorar el intercambio de información.”
Las fuerzas rusas continuaron con sus ataques sobre territorio ucraniano. Según las autoridades de la región nororiental de Sumy, en la frontera con Rusia, los últimos bombardeos de las tropas del Kremlin causaron cuatro heridos, uno de los cuales falleció más tarde en un hospital.
Por su parte, el Kremlin reiteró el sábado que Rusia no prorrogará un histórico acuerdo que permitía a Ucrania exportar grano de forma segura a través del Mar Negro hasta que Occidente no cumpla totalmente las demandas de Moscú acerca de sus propias exportaciones agrícolas.
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, comentó los reportes que apuntan que las potencias occidentales estarían discutiendo un acuerdo que permitiría que el Banco Agrícola de Rusia abriese una filial que se reconectaría al sistema de pagos de SWIFT y atenderían otras exigencias rusas. Según el portavoz, Moscú espera que Occidente cumpla los acuerdos originales firmados en julio de 2022.
“Por ejemplo, ahora se está diciendo que Occidente está supuestamente dispuesto a prometer la apertura de SWIFT para una subsidiaria del Banco Agrícola de Rusia, pero la cuestión es que los acuerdos contemplan el acceso a SWIFT para en Banco Agrícola de Rusia, no para una subsidiaria”, indicó Peskov en una teleconferencia con reporteros.
“Como ya han hecho muchas promesas, nos consideramos con el derecho y la obligación de esperar primero a que se cumplan antes de reanudar el acuerdo”, agregó.
Rusia se negó a ampliar el acuerdo en julio y se quejó del incumplimiento de un pacto paralelo que se comprometía a retirar los obstáculos a las exportaciones rusas de alimentos y fertilizantes. Según las autoridades rusas, las restricciones al transporte y a los seguros dificultaban el comercio agrícola, aunque desde el año pasado sus exportaciones de trigo han batido récords.
Ucrania y sus aliados occidentales sostiene que las exigencias del Kremlin son una estrategia para promover sus intereses.
El ministro japonés de Exteriores, Yoshimasa Hayashi, llegó el sábado a Ucrania para una visita oficial y rezó en una iglesia de Bucha, un suburbio de la capital, Kiev, donde, al inicio de la invasión, se registraron algunas de las peores atrocidades del conflicto.