Tegucigalpa – El analista Efraím Farach evaluó con detenimiento los eventos desarrollados durante la VIII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en San Vicente y las Granadinas, donde la presidenta hondureña Xiomara de Zelaya asumió la presidencia.
Sus reflexiones apuntaron hacia un cuestionamiento sobre la naturaleza ideológica de esta reunión, caracterizada por la presencia mayoritaria de líderes políticos de izquierda.
Al analizar la composición de los países representados en la cumbre, Farach expresó su preocupación por los problemas socioeconómicos que enfrentan muchos de ellos.
Más que una instancia de integración y cooperación regional, la Cumbre parece teñida por una orientación ideológica particular.
El analista destacó la ausencia de algunos líderes políticos de la región, entre ellos los presidentes de Argentina, Ecuador, Paraguay, Uruguay y otros. Esta omisión plantea interrogantes sobre la diversidad de perspectivas presentes en el evento.
Farach dirigió su atención hacia países como Venezuela y Cuba, destacando las dificultades socioeconómicas que enfrentan, a pesar de sus recursos naturales y sus sistemas políticos.
Señaló que la situación de pobreza y precariedad en estos países plantea desafíos significativos para la región en su conjunto.
En el contexto hondureño, el analista resaltó las altas tasas de pobreza y desempleo, así como los crecientes problemas de migración y falta de inversión. Estos desafíos socioeconómicos demandan soluciones urgentes y efectivas por parte de las autoridades.
La presencia mayoritaria de líderes de izquierda en la Cumbre, junto con el llamado de la presidenta hondureña al diálogo y la autodeterminación regional, suscitaron reflexiones sobre el papel de Estados Unidos en la región, especialmente en temas como la lucha contra el narcotráfico.
Farach sugirió que la intervención de Estados Unidos podría ser necesaria para abordar estos desafíos, dada la complejidad de la situación en Honduras y en la región en general.