Tegucigalpa – La situación alarmante de los femicidios en Honduras ha levantado la voz de Migdonia Ayestas, coordinadora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH). Su preocupación se basa en el trágico aumento de asesinatos de mujeres en el país, superando los 380 casos en lo que va del año y proyectando una cifra de 400 al cierre del mismo.
Los datos revelan una escalofriante realidad: mensualmente, en promedio, 33.3 mujeres son víctimas de homicidio, manteniendo la macabra constante de una muerte cada 21 horas. Este fenómeno, según Ayestas, inicia con violencia psicológica que progresa hasta culminar en un desenlace fatal.
Los departamentos y ciudades más afectados por este flagelo son el Distrito Central, La Ceiba, Cortés, Comayagua, Copán, Lempira, El Paraíso, Valle y Choluteca. Honduras, lamentablemente, se encuentra entre los países con tasas de muertes violentas de mujeres más elevadas en el mundo, siendo el femicidio la expresión más extrema de la violencia de género.
El femicidio se define como el asesinato de una mujer debido a su condición de género, y en la mayoría de los casos en Honduras, los perpetradores son la pareja o expareja de la víctima. No obstante, también se registran casos de femicidios perpetrados por desconocidos, familiares y miembros de la delincuencia organizada.
La realidad descrita por Ayestas destaca la urgencia de abordar este problema con medidas efectivas, tanto a nivel legislativo como social, para detener esta escalada de violencia contra las mujeres en Honduras.
