Tegucigalpa – La Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco) declaró la noche de este martes alerta amarilla para el departamento de Atlántida, mientras que Cortés, Islas de la Bahía, Colón y Gracias a Dios permanecerán bajo alerta verde, debido a la presencia de un frente frío que afecta actualmente al territorio hondureño.
Según informó el Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), la medida preventiva estará vigente durante 24 horas, a partir de las 7:00 de la noche de este martes 8 de abril, como respuesta al ingreso de una masa de aire frío que genera condiciones climáticas adversas en la región norte y oriental del país.
«La influencia de la masa de aire frío sobre el territorio nacional estará generando abundante nubosidad, viento fresco del norte, lluvias y chubascos moderados a ocasionalmente fuertes y dispersos en el norte y oriente, así como lluvias y lloviznas débiles aisladas en las demás regiones del país», detalla el informe oficial.
Riesgos marítimos y previsiones
Los pronósticos meteorológicos también advierten sobre un oleaje elevado en el litoral atlántico, con alturas que oscilarán entre 3 y 5 pies desde Punta Patuca, alcanzando hasta 8 pies en las cercanías de Guanaja. Esta situación representa un peligro significativo para la navegación de embarcaciones pequeñas y medianas.
Durante las próximas 48 horas, el frente frío continuará afectando el territorio nacional, especialmente las zonas norte y oriental, donde se esperan las precipitaciones más intensas.
Recomendaciones a la población
Ante el deterioro de las condiciones climáticas, Copeco ha hecho un llamado especial a las autoridades locales, cuerpos de emergencia y población en general a mantenerse vigilantes, con particular atención en áreas propensas a deslizamientos, inundaciones repentinas y desbordamientos de ríos o quebradas.
Entre las recomendaciones específicas, la institución enfatiza la importancia de no cruzar cauces crecidos y realizar acciones preventivas como asegurar techos y limpiar desagües para reducir los riesgos, especialmente en zonas urbanas.
Las autoridades continuarán monitoreando la evolución del fenómeno meteorológico y actualizando los niveles de alerta según sea necesario para garantizar la seguridad de la población en las áreas afectadas.