Tegucigalpa – La presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Rebeca Ráquel Obando, y el coronel Fernando Muñoz, comandante de la Policía Militar de Orden Público (PMOP) y presidente de la Comisión Interventora del Instituto Nacional Penitenciario (INP), han dado un paso significativo en el proceso de descongestionamiento de los centros penitenciarios de Honduras.
En una muestra de compromiso y colaboración interinstitucional, ambas autoridades firmaron un convenio marco para establecer juzgados móviles en las afueras de las cárceles del país.
Este convenio tiene el propósito de agilizar los procesos judiciales y brindar beneficios a los privados de libertad que cumplan con los requisitos legales para obtener libertad condicional u otros beneficios judiciales establecidos por la ley. Además, se contempla la realización de audiencias virtuales para facilitar el acceso a la justicia.
El coronel Fernando Muñoz expresó su compromiso y voluntad para resolver la situación de los centros penales de Honduras, con la meta de descongestionarlos y mejorar las condiciones para los reclusos y sus familias. A su vez, instó a otras instituciones involucradas a contribuir con ideas y sugerencias para mejorar el proceso.
Por su parte, la presidenta de la CSJ, Rebeca Ráquel, destacó la importancia de flexibilizar ciertos casos para lograr una descongestión efectiva de las cárceles.
Se busca evitar que privados de libertad tengan que permanecer encarcelados debido a retrasos en los trámites judiciales, agilizando los procesos y permitiendo que aquellos que cumplan con los requisitos para ser liberados, obtengan rápidamente su beneficio.
Ambas autoridades enfatizaron que la descongestión de los centros penales es una tarea importante y urgente, incluso para aquellos que se encuentran en prisión preventiva mientras son juzgados.
Reconocieron que esta meta solo puede lograrse con el compromiso y la colaboración de todas las instituciones involucradas en el sistema judicial.
A partir del jueves 3 de agosto, los Juzgados Móviles comenzarán a operar en las afueras de los centros penales, ofreciendo una oportunidad para mejorar la situación de los privados de libertad y avanzar hacia una justicia más ágil y efectiva.
Esta iniciativa representa un paso importante hacia la descongestión y una muestra de la voluntad de resolver los desafíos penitenciarios que enfrenta Honduras.