La larga lista de nutrientes de esta fruta la ubica como un ingrediente infaltable para una dieta saludable, aunque hay que tener cuidado con su consumo en exceso ya que puede provocar efectos secundarios.
Por infobae.com
Cuando se trata de prevenir enfermedades potencialmente mortales como lo es el cáncer, lo mejor es tener un estilo de vida sano, haciendo ejercicio constantemente y manteniendo una dieta balanceada.
Sin embargo, cuando se trata del cáncer de estómago, también conocido como cáncer gástrico, la alimentación es el eje central de su prevención. Existe una deliciosa fruta tropical que ayuda a evitar esta enfermedad.
Se trata de la piña, una fruta que se caracteriza por su sabor dulce y ligeramente ácido, su gran tamaño, cáscara gruesa, dura y con escamas color marrón, una “corona” de hojas verdes y una jugosa pulpa amarilla.
Su nombre científico es ananas sativus y forma parte de la familia de las bromeliáceas, mientras que su origen es sudamericano, particularmente de Brasil.
¿Cómo ayuda la piña a prevenir el cáncer?
Entre los varios nutrientes que tiene la piña, destaca la bromelaína, una enzima de acción proteolítica que, entre varias de sus cualidades, es capaz de romper las moléculas de proteína dejando libres los aminoácidos que las forman.
Se ha demostrado que la bromelaína es un potente inhibidor de la formación de nitrosaminas, las cuales son una de las causas conocidas más importantes del cáncer de estómago.
Por si fuera poco, la bromelaína cuenta con un efecto inmunomodulador positivo frente al desarrollo de tumores.
Otros nutrientes de la piña
Otros de los beneficios de la bromelaína que tiene la piña es que facilita la digestión de las proteínas, también ayuda contra las afecciones de estómago.
También se le atribuyen a la bromelaína propiedades antiinflamatorias, es decir, que disminuye e inhibe la inflación; antiedematosas, que reducen y eliminan el exceso de líquidos; antitrombóticas, que reduce el riesgo de sufrir un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular y una obstrucción de las arterias; así como fibrinolíticas, que impide que los coágulos sanguíneos que ocurren en forma natural crezcan y causen problemas.
Rica en vitaminas, la piña contiene vitamina C y A, principalmente; así como yodo, potasio, magnesio y hierro. Mientras que entre los componentes no nutritivos de la piña destacan los ácidos orgánicos, cítricos y málico, responsables de su sabor ácido.
El consumo de esta fruta tropical ayuda a mejorar el sistema inmunológico, fortalece los huesos e incluso alivia los síntomas del resfriado común.
Una forma bastante habitual de consumir la piña es en conserva, sin embargo, cabe mencionar que tras este procesado, la piña mantiene algunas de sus vitaminas y minerales, pero no así de bromelina, además resulta más calórica puesto que se conserva en almíbar, una solución azucarada.
Efectos secundarios de la piña
Aunque es una fruta altamente usada, existen una serie de contraindicaciones que deben seguirse ante su consumo humano para evitar efectos secundarios no deseados.
Se debe tener cuidado con el consumo de la piña, ya que si es en exceso puede provocar problemas renales debido a su enorme contenido en potasio, así como diarrea, ardor, vómitos y náuseas por su alto contenido en vitamina C.
Cabe mencionar que si se está usando esta y cualquier otra planta como auxiliar ante un padecimiento, lo mejor es hacérselo saber al médico.
Con información del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España y Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México