Tegucigalpa – La titular de la Dirección Nacional de la Niñez y la Familia (Dinaf) en Honduras, Lizeth Coello, ha descartado que la muerte de la menor Keren, ocurrida el fin de semana, haya sido resultado de abuso sexual. En cambio, atribuyó el trágico deceso al avanzado estado de desnutrición que padecía la infante debido a la falta de una alimentación adecuada en su entorno familiar.
En una declaración oficial, Coello afirmó que la desnutrición que Keren experimentó dentro de su propia familia fue el factor determinante en su muerte. La niña fue llevada al Hospital Mario Catarino Rivas con un estado nutricional precario, lo que debilitó su sistema inmunológico y la hizo más vulnerable a contraer una bacteria que afectó sus pulmones y se propagó por todo su cuerpo, ocasionándole una neumonía que no pudo superar, a pesar de los esfuerzos médicos realizados, incluyendo su intubación.
La funcionaria enfatizó que no existe ningún diagnóstico que indique que la causa de muerte de la menor haya sido el abuso sexual. Aunque se suscitó la sospecha debido a versiones de familiares, Coello aclaró categóricamente que “la niña no murió por abuso sexual”.
Es importante destacar que la menor no recibía la alimentación adecuada en su núcleo familiar, lo que provocó un dramático cuadro de desnutrición que afectó gravemente su salud y llevó a su fallecimiento. No obstante, Coello mencionó que se investigará cualquier indicio de abuso sexual para esclarecer completamente los hechos.
Ante esta triste situación, Coello anunció que se reforzarán las medidas en los centros bajo la responsabilidad de la Dirección de la Niñez y la Familia. La atención y protección de los menores es una prioridad, y el objetivo es asegurar que situaciones como esta no se repitan en el futuro.
La pérdida de Keren ha generado conmoción en la sociedad hondureña, y las autoridades competentes seguirán investigando a fondo para determinar las circunstancias exactas de su muerte y tomar las medidas necesarias para evitar tragedias similares.
La salud y el bienestar de los niños y niñas del país deben ser protegidos, y la comunidad se mantiene atenta a las acciones que se tomarán para garantizar un entorno seguro y propicio para su desarrollo.
