Según un nuevo estudio, la exposición prenatal al virus desencadena síndrome de dificultad respiratoria en recién nacidos.
Por Infobae
Los bebés nacidos de madres infectadas con COVID-19 tienen el triple de riesgo de desarrollar un trastorno respiratorio que normalmente afecta a los bebés prematuros, muestra un estudio reciente.
Los investigadores encontraron que la exposición al coronavirus mientras estaba en el útero aumentaba el riesgo de un recién nacido con síndrome de dificultad respiratoria al provocar una “cascada inflamatoria” en los bebés que afectaba su respiración.
“Encontramos unas tasas inusualmente altas de dificultad respiratoria poco después del nacimiento en los bebés nacidos a término de madres que tuvieron COVID-19 durante el embarazo”, señaló en un comunicado de prensa de la Universidad de California (UCLA) la autora principal del estudio, la doctora Karin Nielsen, profesora de pediatría de la división de enfermedades infecciosas pediátricas de la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA.
El equipo de investigación también encontró que el riesgo era significativamente más bajo si las madres infectadas durante el embarazo se habían vacunado, según los hallazgos, que se publicaron en la edición del 24 de enero de la revista Nature Communications.
El síndrome de dificultad respiratoria afecta con mayor frecuencia a los bebés prematuros que nacen con pulmones subdesarrollados, según el Hospital Infantil de Filadelfia.
Los bebés con el síndrome respiran rápidamente y tienen dificultades para recuperar el aliento. También pueden tener coloración azul, ensanchamiento de las fosas nasales y emitir gruñidos al respirar.
En el nuevo estudio, los investigadores inscribieron a 221 madres, de las cuales un 68 por ciento no estaban vacunadas antes de la infección. Todos los bebés incluidos en el estudio nacieron a término.
Las infecciones graves por COVID ocurrieron en 23 de las madres no vacunadas, en comparación con 3 madres vacunadas.
Los investigadores encontraron que el 17 por ciento de 199 bebés expuestos a la COVID en el útero desarrollaron dificultad respiratoria, mucho más que el 5 por ciento al 6 por ciento de los bebés que suelen sufrir dificultad respiratoria en la población general.
Alrededor de un 21 por ciento de los bebés con dificultad respiratoria nacieron de madres que tenían un COVID grave, mientras que solo un 6 por ciento de los bebés sin dificultad respiratoria habían estado expuestos a un COVID grave.
Los investigadores también encontraron más casos de dificultad respiratoria a edades más tardías de lo esperado en los bebés, cuando sus pulmones deberían haberse desarrollado lo suficiente como para minimizar su riesgo.
De los 34 bebés con dificultad respiratoria, solo cinco nacieron de madres vacunadas antes de la infección, muestran los resultados.
Por otro lado, 63 bebés nacidos de madres vacunadas no tenían el trastorno respiratorio, lo que indica que la vacunación protegió sus pulmones.
Los investigadores dijeron que incluso una sola dosis de la vacuna de ARNm contra el COVID antes de la infección redujo significativamente el riesgo de que un bebé a término desarrollara dificultad respiratoria.