Tegucigalpa – La tarde del 14 de septiembre de 2024 quedó marcada por la tragedia cuando Juan López, reconocido defensor ambiental de 46 años, fue abatido a tiros frente a testigos a la salida de una misa en Tocoa, departamento de Colón. Siete meses después, su familia, amigos y compañeros de lucha continúan exigiendo respuestas mientras las autoridades hondureñas no muestran avances significativos en la investigación.
El caso ha provocado indignación entre las organizaciones sociales y ambientales, quienes denuncian que a pesar de haberse detenido a tres personas señaladas como autores materiales del crimen, las investigaciones para identificar a los responsables intelectuales parecen haber quedado en punto muerto.
López, originario de El Paraíso, Copán, dedicó gran parte de su vida a la defensa del territorio y los derechos de las comunidades. Su trayectoria como activista comenzó tras la Tormenta Gert en 1993, y posteriormente se integró al Comité Regional de Damnificados del Aguán (COREDA), organización que trabaja por los derechos de los pueblos afectados por conflictos territoriales y despojos de tierras.
El asesinato de este líder comunitario se enmarca en un contexto alarmante para Honduras, que según el informe «Voces Silenciadas» de Global Witness publicado en septiembre de 2024, se consolida como el tercer país de América Latina con mayor tasa de asesinatos de defensores ambientales, y el primero en la región centroamericana.
A pesar de la violencia y la impunidad, el legado de Juan López sigue vivo. El pasado 11 de abril de 2025, la comunidad de Tocoa se reunió para rendirle homenaje mediante actividades artísticas y culturales organizadas por la Fundación San Alonso Rodríguez, reafirmando así que su lucha por la justicia social y la protección del medioambiente no ha sido en vano.
El caso de López evidencia la urgente necesidad de transformar la manera en que se manejan los casos de violencia contra defensores ambientales en Honduras, mientras su memoria continúa inspirando a quienes persisten en la defensa del territorio frente al despojo y la contaminación.