Tegucigalpa – El exalcalde de El Paraíso, Copán, Alexánder Ardón, conocido como «Chande», fue enviado a la Penitenciaría Nacional de Támara luego de que un juez dictara detención judicial en su contra por el delito de lavado de activos. La audiencia inicial del caso ha sido programada para el próximo jueves 10 de abril a las 8:30 de la mañana.
Ardón regresó a Honduras tras ser deportado de Estados Unidos, donde cumplió una sentencia reducida gracias a su colaboración como testigo clave en varios juicios celebrados en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, incluido el del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández.
Durante su testimonio en febrero de 2024 contra el expresidente Hernández, Ardón realizó impactantes revelaciones que ahora forman parte de la investigación en su contra en Honduras. Entre sus confesiones destaca que el narcotraficante mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán visitó su casa en dos ocasiones, en 2007 y 2010, para discutir operaciones de tráfico de cocaína.
Uno de los aspectos más estremecedores de su declaración fue admitir su participación en el asesinato de 56 personas en territorio hondureño, confirmando que en dos de estos homicidios participó personalmente. Además, reconoció haber estado involucrado en actos de tortura.
El 13 de enero de este año, la justicia estadounidense condenó a Ardón a «tiempo cumplido» y diez años de libertad vigilada por delitos de narcotráfico, una sentencia considerablemente reducida debido a su extensa colaboración con las autoridades norteamericanas.
La noticia de su liberación en Estados Unidos fue recibida con celebraciones en El Paraíso, Copán, donde los pobladores festejaron con fuegos artificiales y caravanas de vehículos. Sin embargo, al regresar a Honduras, Ardón se enfrenta ahora a la justicia de su país por los delitos que habrían quedado pendientes.
El exalcalde había sido imputado en enero de 2019 por la justicia estadounidense por delitos de conspiración para importar cocaína y cargos relacionados con armas de fuego. Su papel como colaborador en los juicios contra los hermanos Hernández resultó fundamental para las condenas obtenidas en Estados Unidos contra estos exfuncionarios hondureños.