El presidente francés, Emmanuel Macron, inauguró este jueves la Villa Olímpica que acogerá entre el 26 de julio y el 11 de agosto a casi 14.500 atletas y su equipo técnico, a orillas del Sena al norte de París.
Por France24
El presidente del comité de organización de los Juegos Olímpicos de París, Tony Estanguet, recibió la lleva de la Villa de manos del responsable de Solideo, empresa encargada de las obras olímpicas.
«Lo han logrado a tiempo, dentro del presupuesto y con una ejemplaridad social y medioambiental», celebró Macron, para quien la construcción de este sitio olímpico fue la «aventura de un siglo».
Macron recorrió este espacio de 52 hectáreas, instalado en una zona a caballo entre tres ciudades: Saint-Denis, Saint-Ouen y L’Île-Saint-Denis, y que tras los Juegos Paralímpicos (del 28 de agosto al 8 de septiembre) se destinará a viviendas.
Construido durante siete años con innovaciones para reducir su huella carbono, la Villa Olímpica reagrupa unos 82 edificios, 3.000 departamentos y 7.200 habitaciones, y tendrá en su corazón la Ciudad del Cinema, que acogerá el restaurante principal.
Para poder acoger a las 206 delegaciones olímpicas, los organizadores tendrán que equipar ahora los departamentos con camas, mesas, etc., así como acondicionar los centros de servicios para los atletas.
Laurent Michaud, responsable de las Villas Olímpicas del comité de organización, evalúa en más de 345.000 los artículos necesarios: edredones, mesillas de noche, camas (14.250), ventiladores (8.200), sofás (5.535).
«Habrá dos atletas por cada habitación de 12 m2 y un cuarto de baño para cuatro personas. Todo el mundo estará en igualdad de condiciones», explica.
El equipamiento y los servicios correrán a cargo de los patrocinadores.
Esta efímera ciudad contará con servicios de lavandería y de conserjería, una tienda de alimentos, una comisaría, una peluquería, sala de fitness, bar (sin alcohol), un centro multiconfesional e incluso una oficina de correos.
Una policlínica de 3.000 m2 también estará a disposición de los atletas las 24 horas del día para tratamientos, exploraciones o resonancias magnéticas.
Los pisos carecerán de cocina, pero los atletas contarán con un restaurante gigante en la Ciudad del Cine abierto 24 horas otro más pequeño en L’Île-Saint-Denis y «food-trucks»(camiones de comida) repartidos por toda la Villa.