Tegucigalpa. – El gobierno de Honduras participó este martes en la conferencia virtual (webinar) realizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en conjunto con la Alianza de Cónyuges de Jefes de Estado y/o Representantes (ALMA), cuyo propósito es empoderar a las mujeres de áreas rurales en tiempos de la Covid-19.
Por Honduras participaron la primera dama, Ana García de Hernández, y el ministro de Agricultura y Ganadería (SAG), Mauricio Guevara,
En la conferencia participaron las primeras damas Fabiola Yáñez, de Argentina; Michelle Bolsonaro, de Brasil; Cecilia Morel, de Chile; Silvana Abdo, de Paraguay; Rocío González, de Ecuador; Jazmín Colón de Cortízo, de Panamá, y Raquel Arbaje, de República Dominicana.
También participaron Xavier Lazo Guerrero, ministro de Agricultura y Ganadería de Ecuador; Susana Mirassou, presidenta del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina; Paola Diez, directora nacional de la Fundación Promoción y Desarrollo de la Mujer (PRODEMU) de Chile, así como el representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Julio Berdegué.
Durante la exposición, los representantes de cada país participante de la quinta edición de la campaña #MujeresRurales, mujeres con derechos, detalló las mejores prácticas de gobierno para apoyar a las mujeres indígenas y afrodescendientes en el marco de la pandemia.
“Esta campaña, que involucra a importantes actores del desarrollo, nos da la oportunidad de construir una plataforma regional de cooperación e incidencia en favor de políticas orientadas a reducir la brecha entre hombres y mujeres en el medio rural”, expresó el representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Julio Berdegué.
“Desde el inicio de esta pandemia, el compromiso de nuestro Gobierno en Honduras ha sido velar por la vida y la salud de los hondureños, así como garantizar el acceso a alimentos” expresó por su parte la primera dama hondureña, Ana García de Hernández.
Añadió que este evento permite el intercambio de buenas prácticas en la región para garantizar la estabilidad y seguridad alimentaria y nutricional de nuestros países.
García de Hernández expresó que Honduras pone a disposición de mujeres de las áreas rurales toda la plataforma de desarrollo social del Estado, para que a través de programas de emprendimientos y apoyo económico podamos mantener nuestros sistemas productivos de manera activa en tiempos de la pandemia.
Más de 58 millones de mujeres viven en zonas rurales de América Latina y el Caribe; una parte importante de ellas juega un rol central en la producción y abastecimiento de alimentos, pero a su vez viven múltiples desigualdades, entre las que se destacan la feminización de la pobreza y una mayor inseguridad alimentaria y nutricional que se traslada a sus familias.
Este escenario adverso se ve recrudecido por la pandemia de Covid- 19, pues, además de sus actividades productivas, las mujeres deben dedicar una mayor parte de su tiempo a cuidar de niñas y niños que dejaron de ir a la escuela y a atender a personas enfermas y de la tercera edad.
Aumentar las inversiones en las mujeres rurales permitirá mejorar su acceso a medios de vida y a los mercados, garantizar el abastecimiento de alimentos, revitalizar las economías locales y reducir la sobrecarga de trabajo de las mujeres productoras.
Para avanzar hacia este escenario, la FAO pone a disposición de los países de la región su plataforma de cooperación sur-sur, así como la Campaña #Mujeres Rurales, mujeres con derechos, a fin de que los Estados continúen sumando esfuerzos para detener el hambre y apoyar la reactivación económica con transformación, poniendo en el centro de la misma a las mujeres rurales: pasar de su visibilización a acciones concretas para mejorar sus medios de vida y de producción a gran escala es una solución justa y una deuda en la región.
En Honduras las mujeres constituyen el 51.7 por ciento de la población total, de las cuales el 56.8 por ciento se concentran en el área urbana y el 43.2 por ciento en el área rural. Para nuestro gobierno, las mujeres y las niñas rurales han sido una prioridad antes y durante la pandemia.
El empoderamiento económico de las mujeres es clave para reducir la pobreza; cuando éstas logran mejores niveles económicos, los beneficios se ven reflejados también en sus familias, en las comunidades y en el país en general.