Tegucigalpa – Honduras se prepara para recibir este lunes 31 de marzo a la misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI), encargada de realizar la tercera revisión semestral del acuerdo económico suscrito entre 2023 y 2026. Este programa, aprobado el 21 de septiembre de 2023, contempla una línea de crédito total de 823 millones de dólares, de los cuales ya se han desembolsado 315 millones tras las primeras dos revisiones concluidas en diciembre pasado. Ahora, el país busca acceder a 125 millones adicionales, un paso decisivo para fortalecer su balanza de pagos.
El exviceministro de Finanzas, Germán Dubón, explicó que el FMI utiliza estos desembolsos, realizados en derechos especiales de giro y convertidos a dólares, para estabilizar la economía hondureña. “Es un mecanismo que equilibra la parte económica a través de la balanza de pagos”, afirmó. Este respaldo financiero se enmarca en los acuerdos del Servicio Ampliado y el Servicio de Crédito Ampliado, que han permitido a Honduras recibir hasta ahora cerca de 198 millones de dólares en giros inmediatos.
Para lograr la aprobación de esta tercera revisión, el gobierno hondureño se ha comprometido a cumplir una serie de metas exigidas por el FMI. Entre ellas destacan el fortalecimiento de la política monetaria, el desarrollo del mercado de deuda local y la estabilidad financiera. Según Santiago Herrera, gerente de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), el Ejecutivo ha acatado medidas como el aumento de la Tasa de Política Monetaria (TPM) —que pasó de 3 % a 5.75 %—, el ajuste en el tipo de cambio, que se depreció de 24.6513 a 25.3800 en 2024, y el pago de deudas mediante la colocación de bonos.
Sin embargo, estas decisiones no han estado exentas de críticas. Herrera señaló que, aunque el gobierno ha cumplido con el FMI, el alza en la TPM y la devaluación del lempira representan un golpe severo para la economía, afectando especialmente a la población con el aumento de precios y tasas de interés. “A la gente de a pie le pega duro”, coincidió el economista Mario Sosa, quien reconoció que las recomendaciones del Fondo se han implementado conforme a lo acordado, pero con un costo social evidente.
Por otro lado, el ministro de Energía, Erick Tejada, defendió los avances del gobierno, destacando el manejo de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE). En 2024, se desembolsaron 11 mil 900 millones de lempiras para pagar deudas a generadores, y se redujeron las pérdidas de la estatal. “La meta este año es bajar un 3 % las pérdidas y reducir trimestralmente la deuda en mil millones de lempiras”, afirmó Tejada, subrayando que estos indicadores serán clave en la revisión del FMI. Aunque la evaluación de este lunes es importante, el ministro anticipó que la revisión más significativa será en septiembre, al cumplirse dos años del acuerdo.
El programa con el FMI, vigente hasta el 31 de agosto de 2026, busca garantizar la sostenibilidad económica de Honduras, pero el equilibrio entre cumplir metas internacionales y mitigar el impacto en la ciudadanía sigue siendo un desafío. Con la llegada de la misión técnica, el país está a un paso de consolidar su estabilidad financiera, aunque las voces críticas advierten sobre la necesidad de políticas que también protejan el bolsillo de los hondureños.