Tegucigalpa – El huracán Óscar hizo su impacto en la provincia de Guantánamo, Cuba, agravando la ya crítica situación energética en la isla que lleva tres días bajo un extenso apagón.
La tormenta, que tocó tierra cerca de Baracoa a las 17:50 horas locales con vientos máximos de 130 km/h, llegó en un momento particularmente delicado mientras el país lucha por restaurar la electricidad.
Desde el viernes, Cuba enfrenta apagones generalizados debido a una falla en la central termoeléctrica Antonio Maceo, la más grande de la isla, lo que resultó en la caída del sistema nacional de energía.
La situación se complicó aún más cuando, tras un breve periodo de restablecimiento que alcanzó a más de 200,000 habitantes en La Habana, se produjo una nueva falla, interrumpiendo nuevamente el suministro.
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, comunicó que se anticipa una restauración completa del servicio para el martes, aunque reconoció los desafíos adicionales impuestos por los daños a las líneas de transmisión causados por los fuertes vientos del huracán.
El presidente Miguel Díaz-Canel también confirmó que se están tomando medidas urgentes para proteger a la población y los recursos económicos frente a la amenaza de Óscar.
En medio de esta doble crisis, el gobierno cubano ha tomado la decisión de suspender las clases y las actividades laborales no esenciales hasta el miércoles, asegurando que solo los hospitales y servicios vitales seguirán funcionando.
Esta medida busca garantizar la seguridad de los ciudadanos y facilitar los esfuerzos de recuperación tanto de la infraestructura eléctrica como de las áreas afectadas por el huracán.