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Tegucigalpa

Iglesia Católica recrimina restauración de la pena de muerte en EEUU

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Tegucigalpa – El cardenal Óscar Andrés Rodríguez, recriminó hoy durante la homilía dominical celebrada en la iglesia catedral San Miguel Arcángel de Tegucigalpa, la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de restaurar la pena de muerte en ese país al tiempo que pidió a los hondureños cambiar la cultura de la suciedad y la indiferencia para combatir el dengue.

El purpurado refirió que esta semana leímos con tristeza cómo después que la humanidad ha avanzado tanto y se están haciendo tratados para eliminar la pena de muerte, una Corte Suprema de un gran país (Estados Unidos), vuelve atrás y restaura la pena de muerte que es totalmente inhumana.

“Aquel considera a Dios como padre no puede nunca desear nunca que otros mueran, tristemente en nuestra Honduras, claro que no hay ninguna ley que imponga la pena de muerte, pero de hecho hay bandas criminales que practican la pena de muerte y no hay semana que se diga que asesinan a este, que asesinan al otro, que matan a transportistas, eso no puede seguir así, no puede seguir así”, recriminó.

Agregó que no somos un país que vive la ley de la selva que es la ley de la muerte del inocente y de cualquier persona, aún el culpable, nadie tiene la autorización para matar y esto hay que hacerlo llegar a todas partes, llegar hasta las familias, tantas de estas personas que están perteneciendo a organizaciones criminales, nunca tuvieron una educación moral, alguien que les enseñara desde niños que la vida es sagrada, que no se puede matar a nadie, jamás.

“Cuántos niños nunca aprendieron en su casa a orar porque sus padres no oran, quien debe enseñar a orar son los padres y las madres y si los niños crecen sabiendo desde el principio como el Señor Jesús nos enseñó Padre nuestro, van a crecer con otro corazón, con otro sentimiento, no vamos simplemente a desterrar este horrible caso de hermanos que matan a sus hermanos, no lo vamos a poder desterrar si no es siguiendo el camino del Señor, enséñanos a orar”, increpó.

Santificado sea su nombre, no podemos santificar el nombre de Dios matando a sus hijos, es contradicción, sea santificado tu nombre quiere decir queremos respetar que vivimos como un pueblo que ama a Dios, un pueblo que camino como borrego, sin conocer a Dios y sin dimensión de trascendencia.

Venga tu reino, la petición de que venga el reino es la verdadera petición del Padre nuestro, que no reine en nuestro mundo la violencia, el odio destructor, que reine tu amor, que reine tu justicia, que se abran caminos a la paz, al perdón y a la verdadera liberación humana.

Danos nuestro pan de cada día, quiere decir danos lo que necesitamos para poder vivir hoy, el pan representa lo que sustenta la vida, el pan de cada día es lo que hoy necesitamos para vivir y aprender a vivir hoy, vivir el presente sin vivir agobiados por el futuro, pedimos que haya una mesa en la que toda la humanidad pueda compartir el mismo pan, el pan de la justicia, del amor y luchar para erradicar la pobreza.

“No es justo que un mundo en el que se botan toneladas de alimentos, hay que gente que no tiene que comer y no miremos hacia otro lado, miremos hacia nosotros, miremos también en nuestro país, no podemos pensar que se botan alimentos si hay personas que no tienen alimento”, recriminó.

Perdónanos nuestros pecados porque nosotros perdamos a todo el que nos debe algo, nuestro mundo y nuestra Honduras necesitamos pedir perdón y perdonar, sólo quien renuncia a la venganza, al odio y al rencor desde una actitud abierta de perdón puede hacerse cada día más humano.

“Qué triste que haya personas que matan a otras personas sin sentimientos, un padre o un padrastro que agrede a un niño de dos años, dónde está esa humanidad, dónde están esos sentimientos humanos y vivimos en una sociedad en que a base de desterrar a Dios de la cultura y de adorar a un nuevo dios que es el dinero, que son las cosas materiales, comienza a deshumanizarse”, apuntó.

No nos dejes caer en la tentación, no se trata de las pequeñas tentaciones de cada día, la gran tentación de quitar a Dios de nuestras vidas, darnos valores y olvidar los valores del evangelio, seguir caminos que no llevan a ninguna parte y de vivir una vida sin sentido.

Acotó que no nos dejes caer en la tentación también significa no ceder en los momentos de desaliento, no se ceder en los momentos de oscuridad que todos en algún momento atravesamos en nuestra vida.

Comentó que qué triste que nuestro pueblo, nuestros niños estén pidiendo alimento y qué les estamos dando, el alacrán del insulto, el alacrán de la maledicencia, el alacrán del odio, de la venganza, no puede ser, la sociedad no va por ese camino.

“Hoy día se oye tanto decir que la depresión también mata, no sólo el dengue, tristemente cuándo vamos a entender queridas hermanas y hermanos, que necesitamos cambiar la cultura de la suciedad, no podemos vivir en una sociedad de la basura, no podemos vivir en esa cultura de dejar ahí el agua mal almacenada y criando mosquitos y zancudos, no puede ser, no vamos a erradicar las enfermedades con humo, tenemos que erradicarla con una nueva cultura de la limpieza, de la salud, pero todos, nadie puede decir eso a mi no me toca, si todos no nos unimos, no vamos a erradicar la enfermedad”, recriminó el líder religioso.

Pidió que cuando oren digan “Padre nuestro”, pero talvez no hemos saboreado lo que eso significa porque vivimos en una sociedad en la que muchas veces el padre está ausente.

“Tenemos que enfrentar tantas personas que fueron engañadas y que son madres solteras, pero ese no es el plan de Dios, el plan de Dios es que cada madre y cada padre formen una familia y no familias incompletas, por eso hay muchas personas que crecen y no saben lo que es padre, no conocieron a su padre”, señaló.

Acotó que por eso es importante cuando el Señor nos enseña a orar y nos dice llamen a Dios padre. “Este padre contradice mucho esta cultura actual que vive un sentimiento de orfandad, muchas veces nos sentido huérfanos, por eso tenemos la sensación de sentirnos huérfanos porque no tenemos esa referencia que nos dé seguridad, hay ausencia de padre, hay nostalgia de padre”, cuestionó el prelado.

Refirió que precisamente desde finales del siglo XIX, el sicoanalista Sigmund Freud, quien vivía en una sociedad de un padre dictador, se pone a eliminar al padre de la sociedad para que el hombre viviese, pero desgraciadamente en nuestra sociedad demasiada polarizada en sus cosas, se va cerrando sobre sí misma, cerrada a la trascendencia, entonces sin Dios.

“Tanta gente vive como que, si Dios no existiera, la consecuencia es que no puede orar porque el Señor nos enseña a orar, hay que reconocer que Dios es nuestro padre”, apuntó Rodríguez.

Añadió que tantas personas que se dicen cristianos viven en el miedo, viven en la angustia, viven como que, si Dios fuese un tirano y no un padre, por eso es tan importante el evangelio de hoy que nos revela que no estamos solos en esta tierra, que no estamos perdidos en nuestra vida, que no somos fruto de la casualidad o del azar.

“Tristemente a muchos hondureños se le está olvidando orar, se está perdiendo la capacidad de dirigirse a Dios, de un amigo que nos ama y que quiere amarnos, no es posible vivir la fe cristiana, la vocación humana, subalimentados, malnutridos interiormente, tarde o temprano ese vacío lleva a abandonar la oración”, puntualizó.

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