Roma. – Debido a los daños que continúa realizando el Covid-19 en Europa, el gobierno italiano decidió decretar la restricción de movimiento en todo el país, una determinación que trajo consigo un confinamiento sin precedentes y calles desoladas en las que predomina un silencio sepulcral.
La extrema determinación generó cierre de todos los comercios, escuelas, universidades, cines, restaurantes, museos y teatros; todo para intentar contener la propagación del mal viral en Italia, que ya se convirtió en una pandemia.
No obstante, a pesar de la soledad en las calles, aún permanecen abiertos lugares como supermercados, farmacias y sitios que proveen servicios esenciales como bancarios y postales.
El transporte público continúa siendo funcional, pero solo es utilizado por una mínima de personas que necesitan suplir emergencias o necesidades estrictamente laborales.
La enfermedad que tiene de rodillas a toda Europa, encontró en “el país de la bota” su mayor exponente de contagio, esto debido a los más de 12 mil casos que ha dejado 827 fallecidos hasta el momento.