Las autoridades en Japón restringieron las grabaciones de este tipo porque afectan la privacidad de los ciudadanos.
Por Infobae
La creciente presencia de creadores de contenido en las calles de Japón, en particular streamers, youtubers y tiktokers, ha generado que las autoridades pongan límites a este tipo de grabaciones. El su comportamiento en público, en ocasiones ofensivo, ha llevado al gobierno local a considerar la implementación de restricciones en la difusión de contenidos en las calles para proteger a los ciudadanos.
Hirokazu Matsuno, líder de la Secretaría del Gabinete de Japón, ha hecho un llamado a la prudencia por parte de los creadores de contenido que operan en las calles del país. Aunque reconoce la importancia de garantizar la libertad de los usuarios de plataformas como YouTube, también hace hincapié en la necesidad de evitar invadir la privacidad de los demás y causar problemas en el espacio público.
Esta decisión surge específicamente después de un incidente que involucra al youtuber estadounidense Ramsey Khalid Ismael, conocido como Johnny Somali. Durante su viaje por Japón, Ramsey transmitió en vivo su experiencia en el país durante aproximadamente un mes a través de la plataforma Kick. Sin embargo, su comportamiento provocador y ofensivo generó malestar e indignación entre muchos espectadores y las autoridades locales.
Uno de los momentos más polémicos ocurrió cuando él ingresó sin permiso a un edificio en construcción en Nipponbashi y, ante el pedido de los trabajadores para que se retirara, comenzó a gritar “¡Fukushima!”. Este comportamiento irrespetuoso y perturbador resultó en una acusación de allanamiento de morada y en su posterior arresto.
El desafío de encontrar en equilibrio en los streams
El debate actual en Japón plantea un dilema complejo: cómo encontrar un equilibrio entre la libertad de expresión de los creadores de contenido y la necesidad de proteger la privacidad y el orden público en las calles del país.
El crecimiento de la presencia de creadores de contenido en Japón es innegable. Su capacidad para llegar a un público internacional y compartir la cultura japonesa es valiosa tanto desde el punto de vista cultural como económico. La publicidad y el marketing también se han vuelto dependientes de estos creadores, lo que agrega un elemento adicional.
En este contexto, es importante considerar las opiniones de expertos. Alan Swarts, CEO de la empresa de gestión de talentos Breaker, que representa a creadores de contenido como Simon y Martina, habló con Nikkei sobre la importancia de la calidad en la producción de videos y la atención a los espectadores internacionales.
Swarts también señala que los youtubers son actores clave en el marketing de boca a boca en la era de las redes sociales. Las empresas están recurriendo cada vez más a personalidades en línea populares para promocionar sus productos y servicios, y los creadores pueden ganar sumas considerables por estas colaboraciones.
El mercado de streamers en Japón ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años. Según encuestas realizadas por CyberAgent subsidiary CA Young Lab, el mercado japonés de youtubers valía 21.9 mil millones de yenes en 2017, lo que representa un aumento del 2,2 veces en comparación con el año anterior. Se proyecta que para 2022, esta cifra alcanzó los 57.9 mil millones de yenes.
Mientras Japón aborda la cuestión de los creadores de contenido en sus calles, es importante observar cómo otros países están manejando situaciones similares. En China, por ejemplo, ha habido casos de adolescentes acampando para crear videos en lugares públicos, lo que ha llevado a debates sobre el acceso público y la seguridad en línea.
La experiencia de otros países podría proporcionar lecciones valiosas para Japón mientras busca encontrar una solución adecuada, para no frenar esta actividad en el país, afectando un sector económico en crecimiento, y, al mismo tiempo, cuidar la seguridad y privacidad de sus habitantes.
