Tegucigalpa – Tras una prolongada pausa debido al Covid-19, la Jornada Nacional de la Juventud (JNJ) reunió este fin de semana a más de 30 mil jóvenes hondureños en Danlí, departamento de El Paraíso.
Este evento, caracterizado por su entusiasmo y fervor religioso, marcó un vibrante retorno de los jóvenes a la actividad pública y espiritual.
Con el lema «Dejando huellas de amor», los participantes expresaron su compromiso con la fe y el deseo de impulsar cambios positivos en la sociedad. Danlí, conocida como la «Ciudad de las Colinas», vibró al ritmo de las celebraciones que acogieron a delegaciones de todas las diócesis y arquidiócesis del país.
Los colores inundaron la ciudad, con jóvenes de Comayagua vistiendo de café, Choluteca de azul, y Santa Rosa de Copán de anaranjado, entre otros. Los asistentes participaron en diversas actividades centradas en la fe, siendo la Santa Eucaristía uno de los momentos más destacados.
Monseñor José Antonio Cales aprovechó la ocasión para motivar a los jóvenes a ser portadores de amor en sus comunidades.
El evento concluyó con un espectáculo musical y fuegos artificiales, sellando una jornada que dejó un profundo impacto espiritual y social en los jóvenes hondureños.