Tegucigalpa – El Día del Niño es un momento de alegría y celebración para la mayoría de los pequeños en nuestro país. Desde tempranas horas, son recibidos con cariño, felicitaciones y regalos por parte de sus familias. Luego, se dirigen a sus escuelas, donde se unen a sus compañeros y maestros en un ambiente lleno de color y satisfacción.
Sin embargo, este escenario no es igual para todos, ya que algunos niños enfrentan la oscuridad de la explotación infantil, convirtiéndose en víctimas de bandas criminales que no solo les arrebatan su inocencia, sino también su presente y futuro.
Para algunos de estos niños, afortunadamente, la situación puede cambiar. Pueden ser rescatados de las garras de quienes buscan lucrarse a expensas de su vulnerabilidad. Sin embargo, la trata de personas sigue siendo uno de los delitos más lucrativos en el mundo, ocupando el tercer lugar después del narcotráfico y la venta de armas.
Las víctimas, en su mayoría niñas, pueden ser vendidas múltiples veces al día, ya sea de manera virtual o física, lo que genera enormes ganancias para los explotadores.
Según datos oficiales, en Honduras durante el año 2023 se rescataron aproximadamente 20 niñas y 5 niños de situaciones de trata. Entre las niñas, 3 fueron reclutadas para la pornografía infantil, 1 para adopción irregular, 1 para actividades criminales y 15 para explotación sexual.
De los niños rescatados, 3 fueron víctimas de pornografía infantil, 1 estaba involucrado en actividades criminales y 1 estaba siendo sometido a servidumbre.
Los rescates se llevaron a cabo gracias a investigaciones que infiltraron las redes de trata, así como denuncias anónimas y alertas tempranas. La trata de personas también se ha extendido al ámbito digital, con ciberdelitos sexuales que incluyen el grooming (acoso sexual de adultos a niños), sexting (intercambio de mensajes de texto sexualmente explícitos) y sextorsión (chantaje cibernético). Estos delitos involucran el engaño a menores de edad a través de teléfonos, redes sociales y otras plataformas en línea.
Para combatir este creciente problema, se han lanzado dos campañas en Honduras: “El ser humano no está a la venta” y “Puedes Verme”. Estas campañas buscan educar a la población sobre los indicadores de la explotación sexual y el tráfico de personas, así como proporcionar herramientas para denunciar violaciones o sospechas.
Además de la trata de personas, también existe el tráfico de órganos en el país. A diferencia de otros lugares donde se investiga este delito, en Honduras no existe una entidad encargada de indagar estos casos.
Esto ha llevado a preocupaciones sobre la extracción de órganos de personas fallecidas antes de entregar sus cuerpos a sus familias, lo que plantea interrogantes sobre la integridad de los cadáveres y la posible venta de órganos en el mercado negro.
