Tegucigalpa – Cientos de devotos católicos inundaron este domingo las calles del centro histórico de Tegucigalpa para participar en la tradicional procesión del Domingo de Ramos, ceremonia que marca formalmente el comienzo de la Semana Santa en Honduras.
Con palmas bendecidas en sus manos, cánticos religiosos y profundas muestras de devoción, los feligreses recorrieron el trayecto que conecta la Iglesia El Calvario con la Catedral de San Miguel Arcángel, atravesando las principales arterias del casco antiguo de la capital hondureña.
La procesión, que conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén según la tradición cristiana, reunió a personas de todas las edades: adultos mayores, jóvenes, niños y familias completas que se unieron en este acto de fe colectivo que precede a las diversas actividades litúrgicas programadas para la Semana Mayor.
«Es una bendición participar juntos en esta celebración tan significativa», expresó uno de los asistentes, quien destacó que su familia mantiene esta tradición año tras año como muestra de su compromiso con la Iglesia y sus creencias religiosas.
Por su parte, un miembro de los Caballeros del Santo Entierro compartió su experiencia personal, señalando que desde su infancia ha formado parte de las procesiones y espera con entusiasmo cada año para colaborar con la organización de los eventos religiosos que se desarrollan durante estos días.
Las autoridades eclesiásticas informaron que las distintas parroquias de la ciudad continuarán desarrollando actividades a lo largo del día para aquellos fieles que no pudieron asistir a la procesión central, ofreciendo así múltiples espacios para la participación en esta importante fecha del calendario católico.
Con esta procesión, la comunidad católica de Tegucigalpa se suma a los millones de creyentes alrededor del mundo que dan inicio a la semana más importante del calendario litúrgico cristiano, que culminará con las celebraciones de la Pascua de Resurrección el próximo domingo.