Tegucigalpa – La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), una de las instituciones de educación superior más destacadas del país, se encuentra en medio de un torbellino de controversias y protestas estudiantiles.
El 23 de octubre pasado, la universidad decidió retirar los portones de la entrada peatonal como una medida preventiva para evitar tomas de las instalaciones, pero esta acción desencadenó una serie de bloqueos y manifestaciones por parte de grupos estudiantiles que se oponen firmemente a la posible reelección del actual rector, Francisco Herrera.
Ante la persistencia de estas protestas y los inconvenientes que generan para el desarrollo regular de las actividades académicas, el presidente de la Junta de Dirección Universitaria (JDU), Osman Martínez, ha expresado la necesidad de recurrir al respaldo de los cuerpos de seguridad del Estado para garantizar la seguridad dentro del campus.
“No podemos permitir que estos actos de violencia y obstrucción continúen afectando a los estudiantes que simplemente desean perseguir sus sueños académicos”, enfatizó Martínez.
La situación se ha vuelto cada vez más tensa, y los estudiantes han expresado su malestar con el proceso de elección de las autoridades universitarias, argumentando que ha habido irregularidades en la conformación de la Junta de Dirección Universitaria y cuestionando la posible reelección del rector interino.
Aunque el proceso de elección de las nuevas autoridades universitarias comenzó en junio, la persistente controversia ha generado incertidumbre en la comunidad estudiantil.
Por su parte, Francisco Herrera, quien asumió la posición de rector interino en 2017, ha sido objeto de críticas y descontento por parte de los estudiantes, quienes lo acusan de una gestión ineficiente y cuestionan su permanencia prolongada en el cargo.
Mientras tanto, la universidad se enfrenta a un momento crucial en el que debe buscar un equilibrio entre el mantenimiento del orden y la garantía de la participación democrática en el proceso de elección de sus autoridades.
Con la mirada puesta en el próximo mes de diciembre, cuando se espera la elección del rector para los próximos cuatro años, la UNAH se enfrenta a desafíos cruciales que requerirán una cuidadosa consideración y una gestión hábil para mantener la integridad académica y la estabilidad en su entorno educativo.
