La región no debe perder la oportunidad de acompañar a sus emisores públicos y privados en la búsqueda de financiación.
Por El País
Latinoamérica ocupa una posición estratégica en el mapa económico mundial por su potencial económico y su relevancia geopolítica, y el impulso que está viviendo la economía sostenible ofrece a la región una extraordinaria oportunidad para apuntalar su desarrollo. La transición energética y la explotación responsable de los recursos naturales, especialmente de los océanos, son dos de los aspectos en los que el continente puede cimentar sus políticas de desarrollo, con una visión a largo plazo y alineada con la Agenda 2030, para minimizar las asimetrías regionales y mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos. Evidentemente, financiar esa transición hacia una economía estable y sostenible exige grandes dosis de inversión.
La Unión Europea ha lanzado Global Gateway, una nueva estrategia para impulsar vínculos inteligentes, limpios y seguros en los sectores digital, energético y del transporte en todo el mundo. Uno de los ejes estratégicos de esta cooperación se centra en América Latina y Caribe: a través de este programa de inversiones se movilizará 45.000 millones de euros en la región de aquí a 2027. España, segundo mayor inversor en la región después de EE UU, espera participar en al menos 80 de las 130 iniciativas que prevé el programa.
Pero la inversión directa no será suficiente para afrontar los grandes retos de la región. La financiación pública y privada debe apoyarse en los mercados de capitales. Las Bolsas de la región suman una capitalización bursátil de 2,3 billones de dólares, frente a un PIB de 5,8 billones de dólares, es decir, que el valor de mercado es casi 3 veces menor que su riqueza. En España la ratio es de 1,3 veces la capitalización bursátil, así que existe un margen de mejora.
Los mercados de valores de Latinoamérica se encuentran en plena trasformación. Tras la positiva experiencia de AMERCA, la Asociación de los Mercados de Costa Rica, Curaçao, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, acaba de constituirse Nuam, el nuevo grupo resultante de la integración de las Bolsas de Chile, Perú y Colombia, que se convierte en el segundo mercado más relevante de Latinoamérica, después de Brasil, por capitalización de sus empresas cotizadas.
En este momento sin procedentes en la región, la Federación Iberoamericana de Bolsas (FIAB), que tengo el honor de presidir durante los próximos dos años, se ha marcado como objetivo reforzar su posición como socio prioritario de la industria de valores en la región y aumentar su visibilidad, así como consolidar las alianzas estratégicas entre ellas y dar soporte a la integración de los 24 mercados que la representan. Regulación, digitalización y sostenibilidad son tres de los retos más importantes a los que se enfrentan las Bolsas de todo el mundo, en un entorno cada día más global y competido. Latinoamérica no debe perder la oportunidad de acompañar a sus emisores públicos y privados en su búsqueda de financiación y ocupar la posición que le corresponde por su tamaño y contribución al crecimiento mundial.
La Federación se creó precisamente para ayudar a posicionar los mercados de América Latina como alternativa complementaria a la financiación bancaria, que recupere la reputación de las Bolsas y permita incorporar nuevos instrumentos a los mercados a través de la comunicación fluida con los reguladores y supervisores. Porque la región necesita unos mercados de valores sólidos, modernos y confiables, capaces de generar el elevado volumen de financiación con el que llevar a cambio las reformas estructurales adecuadas para luchar contra la inestabilidad, la desigualdad y la fragmentación. A cierre de 2022, el número de empresas cotizadas en los mercados que integran la FIAB era de 3.375 (y 1.498 más correspondientes al mercado español), con enormes diferencias entre las 9 empresas que reporta la Bolsa de Costa Rica y las 361 de Brasil.
Bolsas y Mercados Españoles (BME), gestor de las infraestructuras de mercados españoles y propiedad del grupo suizo SIX, tiene una relación histórica con los mercados latinoamericanos, con los que colabora en diferentes proyectos de tecnología y consultoría estratégica. Adicionalmente, cuenta con un mercado en euros para compañías latinoamericanas, Latibex, en el que cotizan 19 empresas. Es la cuarta ocasión en que la Bolsa española preside la FIAB desde su creación, hace ahora 50 años.
De este apasionante momento que vive la región se debatirá en el Foro Latibex que organiza BME los días 21 y 22 de noviembre en el Palacio de la Bolsa de Madrid. Un foro que desde hace ya 25 años pone en contacto a inversores y empresas de ambos lados del Atlántico.