Niveles bajos pueden devenir en complicaciones para la salud a corto y largo plazo.
Por Infobae
La vitamina D es el micronutriente responsable de mantener niveles saludables de calcio en los huesos, contribuye al fortalecimiento del sistema inmune y de los tejidos musculares, y tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que protegen a las células.
De manera coloquial, suele decirse que esta vitamina se absorbe a través de la luz solar, pero la realidad es distinta. Los rayos ultravioletas simplemente estimulan la sintetización del nutriente en la piel, pero no lo aportan directamente.
Otra forma de incorporar vitamina D al organismo es con una dieta saludable que incluya ciertos alimentos que la contienen.
Como es esencial para que el cuerpo cumpla con muchas de sus funciones, los niveles bajos del nutriente pueden generar complicaciones, algunas de ellas específicamente en las mujeres.
Según la Cleveland Clinic de EEUU, los bajos niveles de vitamina D en sangre podrían presentarse de la siguiente manera:
- Fatiga
- Dolor óseo
- Debilidad muscular, dolores musculares o calambres musculares
- Cambios en el estado de ánimo, como la depresión
Aún así, hay casos en los que no se exhiben síntomas de la deficiencia. Sin embargo, largo plazo puede generar debilidad en los huesos, u osteoporosis. Esto podría causar fracturas más frecuentes al golpearse o caerse.
Un estudio publicado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos develó una posible conexión entre bajos niveles de vitamina D y los abortos espontáneos en mujeres que ya habían perdido embarazos previamente.
¿Qué nivel de vitamina D es preocupante?
Los valores saludables de vitamina D varían según la edad. Desde la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU explican que “muchos expertos recomiendan un nivel entre 20 y 40 ng/ml. Otros recomiendan un nivel entre 30 y 50 ng/ml”. Además, los resultados pueden variar según las medidas que utilicen los laboratorios.
No solo es preocupante la deficiencia de esta vitamina, sino también su exceso. La toxicidad causada por demasiada vitamina D siempre es producto del consumo desmedido de suplementos, y puede afectar negativamente a la salud ya que genera náuseas, falta de apetito, aumento de sed, confusión, y pérdida de equilibrio.
Otro de los importantes papeles que cumple este micronutriente es el influir en la producción de serotonina. Es un neurotransmisor esencial para la regulación de los estados de ánimo, el sueño, el comportamiento y el deseo sexual.
Cuando los niveles de serotonina bajan, puede generarse un estado depresivo. Puede incrementarse su producción de manera similar a la de la vitamina D: más exposición a la luz solar (controlada para evitar quemaduras), una mejor dieta y, en algunos casos, suplementos recomendados por profesionales.
Como se mencionó previamente, los rayos ultravioletas son unos de los principales responsables de estimular la producción de la vitamina D. Si no se obtiene suficiente contacto con la luz solar, el cuerpo podría sintetizar menos cantidades de la vitamina.
Otro factor influyente es la alimentación, y la absorción de nutrientes. En algunos casos, el sistema digestivo no puede absorber adecuadamente ciertos componentes debido problemas en la microbiota. También puede ser que los riñones o el hígado no puedan cumplir con el proceso de activación de la vitamina D.
La producción de esta vitamina disminuye significativamente luego de los 50 años. Por eso, muchos profesionales le pueden recomendar suplementos a personas de edad avanzada para compensar la falta y evitar complicaciones.
Según la Biblioteca Nacional de EEUU, algunos alimentos son ricos en esta vitamina y pueden agregarse a la dieta para incrementar sus niveles, por ejemplo: hígado, hongos, huevos, pescados grasos, queso, alimentos fortificados (productos lácteos y cereales).
También es sumamente importante exponerse a la luz del sol diariamente. Se debe realizar en períodos limitados de tiempo, de 15 a 30 minutos, y en horarios donde el Sol no se encuentre en su punto máximo en el cielo (evitar la exposición solar directa desde las 11hs hasta las 16hs).
Por último, si estas recomendaciones no surgen efecto y los niveles de vitamina D siguen bajos, se debe consultar a un profesional de la salud para que evalúe la necesidad de consumir suplementos, la frecuencia con la que se deben tomar y durante cuánto tiempo.