Entre Islandia y Escocia, en pleno Atlántico Norte, se encuentra un archipiélago de 18 islas volcánicas conocido como las Islas Feroe.
Por Infobae
Este territorio autónomo del Reino de Dinamarca, famoso por su naturaleza virgen y clima impredecible, enfrenta constantemente el desafío de mantener una conexión eficiente entre sus remotas comunidades. Para superar estas dificultades, las Islas Feroe han desarrollado una red de túneles, incluyendo cuatro infraestructuras submarinas que no solo mejoran la movilidad, sino que también fusionan arte, tecnología y cultura.
Uno de los más destacados es el Túnel de Eysturoy, que conecta la isla de Streymoy, donde se encuentra Tórshavn, la capital feroesa, con Eysturoy, la segunda isla más grande del archipiélago. Este túnel, inaugurado en 2020, no solo acortó significativamente los tiempos de viaje, sino que también se convirtió en un ícono turístico gracias a su rotonda submarina decorada con arte lumínico. Además, el reciente Túnel de Sandoy, abierto en 2023, ha mejorado las conexiones hacia la isla de Sandoy, facilitando el acceso a playas y dunas únicas en la región.
Estas infraestructuras no son simples obras de ingeniería: combinan función y estética de manera excepcional. Desde esculturas iluminadas que evocan las auroras boreales hasta paisajes sonoros que transforman la experiencia de conducir bajo el mar, los túneles submarinos de las Islas Feroe redefinen el concepto de conectividad remota.
Un viaje por el arte y la ingeniería submarina
El Túnel de Eysturoy se extiende por más de 11 kilómetros bajo el Atlántico y alcanza una profundidad de 187 metros. Su construcción requirió el método de perforación y voladura, una técnica utilizada para atravesar el basalto, una roca ígnea especialmente resistente. Este túnel se distingue por su rotonda central, apodada “la medusa”, que combina esculturas de acero y un juego de luces cambiante.
La obra artística fue concebida por el renombrado artista feroés Tróndur Patursson, quien buscó simbolizar la unidad de las comunidades insulares. Alrededor de una columna natural de basalto, un anillo de figuras humanas sosteniendo sus manos representa la resiliencia colectiva de los habitantes frente a su entorno desafiante. “El objetivo era romper la monotonía del viaje en un entorno oscuro y, al mismo tiempo, ofrecer un tributo visual a nuestra tradición cultural”, explicó Teitur Samuelsen, director de Eystur-og Sandoyartunlar, la empresa operadora del túnel.
El impacto visual se complementa con una experiencia auditiva: una composición creada por Jens L. Thomsen, basada en los sonidos capturados durante la construcción del túnel. Los conductores pueden sintonizar FM97 para escuchar esta banda sonora inmersiva mientras atraviesan el túnel.
Nuevas conexiones con Sandoy
El túnel más reciente, que conecta Streymoy con Sandoy, representa otro hito en la infraestructura submarina feroesa. Con 10 kilómetros de longitud y una profundidad máxima de 155 metros, esta obra facilita el acceso a las singulares playas de arena blanca y dunas de Sandoy, un paisaje atípico en el archipiélago.
El interior del túnel también está decorado con arte. El artista Edward Fuglø creó una serie de figuras luminosas que representan personajes del folclore feroés, como una bruja, una mujer foca y un obispo con un hacha. Esta colección de imágenes, inspirada en pinturas rupestres, rinde homenaje a las leyendas locales y a Díðrikur á Skarvanesi, considerado el primer artista visual de las Islas Feroe.
La experiencia sensorial se enriquece con la música electroacústica de Sunleif Rasmussen, un destacado compositor feroés. Su obra incluye sonidos del agua goteando durante la construcción, mezclados con melodías contemporáneas. Los conductores pueden disfrutar de esta composición al sintonizar FM100 durante su trayecto.
Impacto social y económico
La creación de estos túneles ha tenido un profundo impacto en la vida de los habitantes de las Islas Feroe. “Con todos los túneles desarrollados, ahora es más fácil para los visitantes y los residentes desplazarse por el país”, afirmó Súsanna Sørensen, gerente de marketing de Visit Faroe Islands. Por ejemplo, el trayecto entre Tórshavn y Klaksvík, la segunda ciudad más grande del archipiélago, se redujo de 75 a 45 minutos gracias al Túnel de Eysturoy.
En Sandoy, las mejoras han sido especialmente notables. “Más personas están mudándose a Sandoy desde Tórshavn”, dijo Barbara av Skardi, residente local a CNN. “Durante el invierno, los fuertes vientos y corrientes impredecibles solían cancelar el ferry por días. Ahora, eso ya no es un problema”.
La conectividad también ha impulsado el turismo y la economía local. En Sandoy, el número de visitantes al Museo de Arte de Sandur se ha duplicado desde la inauguración del túnel, según su director Ólavur Jøkladal. Además, negocios como Café Retro, dirigido por Dávur Jacobsen y su esposa, han florecido gracias al aumento del tráfico de visitantes.
Los túneles submarinos de las Islas Feroe no solo son un logro ingenieril, sino también una manifestación de la cultura y el ingenio feroés. Estas estructuras, que combinan función y estética, simbolizan una nueva era de conectividad para comunidades que, pese a su aislamiento geográfico, están más unidas que nunca.