La Armada colombiana ha rescatado en lo que va de año a 158 personas en 10 embarcaciones que iban del archipiélago de San Andrés y Providencia a Nicaragua y otros países centroamericanos. La Defensoría del Pueblo ha pedido condiciones migratorias seguras y legales para los migrantes.
La ruta migratoria por el archipiélago de San Andrés se ha activado este año, debido al gran número de personas que cruzan por la selva del Darién, que separa Colombia de Panamá, y la peligrosidad de la travesía por esta densa y montañosa selva. Por ello, ha aumentado la cantidad de personas que intentan llegar desde las islas colombianas a los siete países centroamericanos que comparten costas en un aumento también del tráfico de migrantes.
Los migrantes llegan a las islas como turistas, con toda la documentación legal y tiquetes aéreos, pero luego abordan embarcaciones que pueden ser peligrosas y se ponen en manos de traficantes. La irregularidad se constituye al abordar una embarcación que no reúne las condiciones de seguridad para la travesía, no contar con la documentación ni permisos. Los migrantes creen que van a abordar yates o cruceros, pero “zarpan sin las autorizaciones correspondientes”, lo que pone en riesgo su vida, a pesar de que esta ruta, por el precio, se considera “VIP”.
“Como medida para frenar los llamados trayectos ‘VIP’ de migración irregular, insto a las entidades estatales y autoridades competentes a redoblar esfuerzos para la detección y sanción de la venta de actividades no autorizadas por la ley”, dijo Camargo, quien pidió también a Migración Colombia “mayor control en los aeropuertos del país para evitar el tránsito irregular de migrantes”.
El pasado año se reportó la desaparición de cuatro embarcaciones con 59 migrantes. Mientras tanto, las autoridades panameñas prevén que este mes de julio se supere el “récord histórico” de 248.000 migrantes que cruzaron en 2022 el Darién, pues se han contabilizado unas 230.000 personas en tránsito en lo que va de año.
La situación de los migrantes en Colombia es complicada. Muchos de ellos huyen de la violencia y la pobreza en sus países de origen, pero se enfrentan a muchos desafíos cuando llegan a Colombia. La falta de documentación, la pobreza y el desempleo dificultan su integración en la sociedad colombiana. Además, muchos migrantes son víctimas de la trata de personas y la explotación laboral.
El Gobierno colombiano está trabajando para mejorar las condiciones de vida de los migrantes, pero es un desafío importante. Se necesitan más recursos y cooperación internacional para ayudar a los migrantes a encontrar un futuro mejor en Colombia.