San Pedro Sula. – Este sábado, Monseñor Ángel Garachana entregó las riendas de la arquidiócesis de San Pedro Sula a Michael Lenihan, poniendo fin a su mandato como primer arzobispo de la ciudad.
«Termina una etapa larga, decisiva e importante en mi vida. Soy ya obispo emérito y lo que soy, humana, cristiana, religiosa y ministerialmente, es por gracia de Dios», dijo a los fieles reunidos y otros funcionarios de la iglesia, entre ellos el cardenal Oscar Andrés Rodríguez y el sacerdote Juan Ángel López.
El 11 de noviembre de 1994, Garachana, entonces de 78 años, fue instalado como arzobispo de la diócesis de San Pedro Sula. El 20 de septiembre de 2019, el Vaticano aceptó su renuncia.
Sin embargo, el Papa Francisco tomó la decisión de mantenerlo en el cargo por un período prolongado, que terminó con Angel Garachana.
«La gracia ministerial recibida ha sido para servicio de esta iglesia, iglesia que me ha acogido, querido y acompañado (…) Me ha ayudado a sentirme identificado y, por ello, doy gracias a esta iglesia de Dios que peregrina en San Pedro Sula», dijo Garachana frente a la congregación.
Este pasado sábado 11 de marzo, la Catedral de San Pedro Sula, Cortés, acogió la consagración del arzobispado. Cuando Lenihan, un irlandés de 73 años, fue instalado como nuevo arzobispo, cientos de devotos de Sampedranos vinieron a despedirse del hombre que había sido su arzobispo durante casi 29 años.
